Un segundo debate más áspero que le dio aire a Macri y dejó a Alberto como el ganador

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El segundo y último debate presidencial se desarrolló en la UBA el último domingo y volvió a tener como protagonistas al Presidente Mauricio Macri y al principal dirigente de la oposición Alberto Fernández.

Por Pablo Lapuente.

Dos temas fundamentales se superpusieron en las discusiones cruzadas de los candidatos. Por un lado, la agenda en torno a la crisis económica, que marcó preocupación en la población en torno a la pobreza, el desempleo y la inflación, fortalecieron al candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández; y por el otro, temas vinculados al narcotráfico y la obra pública le dieron al postulante de Juntos por el Cambio, Mauricio Macri, algo de aire para sobrellevar la derrota en las primarias.

En este contexto, y aún en un rígido formato organizado por la Cámara Electoral de la Nación, ambos dirigentes polarizaron el debate y volvieron a dejar apagados a los demás postulantes a ocupar el sillón de Rivadavia. Fernández apostó nuevamente a apuntar contra el principal tema de agenda: los 2 millones de nuevos pobres, el cierre de 43 PyMEs por día en último año producto del ajuste y el aumento del empleo informal que no dudó en catalogar como la “uberización” de la economía. Argumentos que parecieron suficientes para sostener el triunfo del primer debate e intentar cooptar a los votantes de Roberto Lavagna, un candidato de centro que no llegó siquiera a los dos dígitos en las primarias y que ahora se lo notó aún más enflaquecido.

Por su parte, Macri logró tomar aire en el último tramo de su exposición. El tema con el que se lo vio más cómodo fue con el de seguridad, problemática siempre latente en numerosas ciudades del país y con algunas obras públicas.  La propuesta sin dudas contentó a la pequeña porción de ciudadanos que en las PASO eligieron por José Luis Espert y Juan José Gómez Centurión, dos de los exponentes de la derecha liberal argentina, pero decayó al apelar al marketing y las promesas de futuro al hablar sobre la heladera de los argentinos. Aún así muchos creen que el debate no modifica el voto de la ciudadanía, por lo que una tensa atención estará puesta el domingo minutos después del cierre de los comicios.