Dos películas, tres Stallones

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Columna de cine

Por Lucas Beriain

Hace poco vi Guardianes de la Galaxia Vol.2 (2017), una película de vacaciones de invierno para niños y niñas y que no se acerca ni por un poco a la primera o, más bien, se repite, con lo cual empieza a perder gracia desde la primera canción retro. Porque las canciones pop de fines de los 70 quedan muy bien en la infinidad de ese espacio; el walkman y las estrellas, I’m not in love y los planetas de colores… nada más genial. Pero ya está. Y los chistes también. Quiero decir también que ellos (los héroes, los guardianes…-cuasi-cobanis estelares como los eternamente repudiados Linternas Verdes de la otra compañía-) saben que no corren verdadero riesgo y nos lo hacen saber desde la primera gran batalla con ese enorme monstruo con tentáculos. Porque todo es un chiste, hasta en ese momento de mayor tensión. Los guardianes de la Galaxia saben que no les pasará nada grave, saben que son parte de un guión de película de superhéroes donde nada puede salir mal, a pesar de que parece que sí pero después la remontan, y están tranquilos.

Me llamó la atención fue la participación de Sylvester Stallone, cuyo personaje tiene un altercado con uno de los malos/buenos de la saga, Yondu. Medio que se enfrentan, parece que se van a ir a las manos. Yondu es intepretado por Michael Rooker, el amigo enojado que tiene Stallone en Riesgo Total (1993). Ahí dije, “ey!, qué bien”. Me entusiasmé. Luego todo se desmoronó. A los diez minutos pongo otra película. Se llamaba Chuck (2016), una historia basada sobre la vida de Chuck Wepner. Es lo único que sabía.

Cuando comienza la película veo que unas palabras amarillas aparecen y desaparecen en un fondo negro y que terminan formando una frase de Rocky Balboa. Y con el pasar de la película me doy cuenta el parecido con la historia de Rocky pero bueno, supuse que así es la vida de todos los boxeadores, momentos de grandeza y un declive total, etc. Pero no. Lo que desconocía era que Stallone se basó en la vida de éste Wepner para escribir el guión de su primera película. Y Chuck, venido a menos, se la re cree cuando va al cine a verla y celebra cuando ve en la tele que Jack Nicholson anuncia a Rocky como la ganadora a la mejor película del 77 en los Oscar. Se siente otra vez un campeón, como cuando aguantó 15 rounds con Mohammed Alí. Quiere y logra conocer a Stallone, escribe el guión para Rocky II pero al parecer no le fue muy bien, audiciona para esa segunda parte pero me están quemados por la merca y el alcohol que no da pie con bola y termina fracasando.

Pablo Lescano, en un tema de Damas Gratis,  canta “Quiero vivir de gira en gira, pegándole a bolsa todo el día”. Y así lo vemos al bueno de Chuck, que perdió a su familia, su casa y su reputación, y ahora está de joda en joda tomando toda la merca que puede. Todo se va realmente a la mierda cuando decide vender y termina preso. Pero sin demasiados sobresaltos, terminará todo más o menos bien.