Los hechos de violencia hacia las Instituciones de salud y sus trabajadores, han tomado repercusión pública por su frecuencia y dimensión.
Este intercambio ineludible entre quienes brindan un servicio y quienes lo necesitan, exige definir dos actores, ya que considerar como objeto de la agresión, SOLO al equipo de salud, sería un enfoque incompleto, que no analiza qué aspectos explícitos o implícitos de las Instituciones (estatales en general y hospitales en particular) operan como generadoras de violencia. La violencia es un comportamiento agresivo, individual o grupal, socialmente inaceptable, turbulento y con frecuencia destructivo, QUE SE PRECIPITA POR LAS FRUSTRACIONES, HOSTILIDAD O PREJUICIOS.
Los que requieren de la asistencia (paciente y familiar) no eligen su condición de salud, ni su centro más cercano, ni su sistema estatal perfectible; tienen su enfermedad y sus expectativas; y los trabajadores del sector salud por elección, no encuentran respuestas favorables a sus condiciones laborales, horas de descanso, ni seguridad personal y profesional para ejercer una práctica conciente y segura, combinación esta, de resultado insatisfactorio para ambos.
Hay recomendaciones internacionales como: -No trabajar con personal insuficiente
-Abordar la asistencia en equipo hacia personas con influencia de drogas/alcohol y – trabajar con seguridad adecuada en momentos de movimiento ilimitado del público; argumentos a los que adhiero y sumo: -Desarrollar habilidades de comunicación efectiva (particularmente en las “malas noticias”) – Fortalecer la contención institucional (trabajadores, pacientes y familiares) en ámbitos propicios y privados, con personal calificado en el trato y la información oportuna, ABORDANDO EN CONJUNTO los problemas de salud/enfermedad, como condición ineludible de la biología humana; revelando Instituciones “mas amigables” (o menos hostiles).
La violencia ha sido re-significada por la sociedad e incluida en la agenda político- jurídica en temas como género y laboral/Institucional.
Aun hay escenarios pendientes…
Elizabeth Barbis. Sanitarista y Docente universitaria.
Integrante de Cientotreintaycinco/24