Este 29 de febrero se concretó la visita dentro del suelo quilmeño de Evo Morales Ayma, mandatario legítimo de Bolivia, quien fuera derrocado por un golpe de estado a manos de la oposición de su país.
Previo al acto que la colectividad boliviana organizó en Ezpeleta Oeste, el dirigente boliviano recibió la placa conmemorativa y dos libros de la historia de Quilmes, que le entregó la Intendenta Mayra Mendoza. Ademas, su visita fue declarada como interés municipal.
Este recibimiento no fue del todo alegre para los usuarios de diferentes redes sociales que destinaron odio hacia el país vecino y puntualmente a Evo Morales. La diversidad cultural aún no se revierte en Latinoamérica, el pueblo grande con muchos recursos es desaprovechado por gobiernos neoliberales.
La intendenta ofreció en las últimas horas un mensaje para los que quieran conocer porqué Evo es alguien que mereció este reconocimiento por parte de la comuna. «Espero que el odio xenófobo que he recibido en comentarios en estos días pueda revertirse y logremos sentirnos hermanos de la Patria Grande», expresó Mendoza.
Bolivia bajo la administración de Evo Morales
En concepto de deuda, el porcentaje del PBI era el 80% en 2004 y bajó a 45% para 2017. Mismo resultado favorable fue para la población con la esperanza de vida de 64 a 71 años, recordemos que esta variable mide el tiempo de vida promedio de una persona con determinadas condiciones de mortalidad.
En cuanto a los índices de pobreza, Evo heredó en 2006 un ascendente 59,9%, al que logró reducir para 2017 en 36,4 del porcentaje. Asímismo, la tasa de desocupación urbana descendió al 4,27 por ciento.
Finalmente en materia económica, el Banco Mundial informó que se triplicó el PBI en 37.509 millones de dólares para el país con mayores reservas monetarias. El ingreso anual per cápita pasó de 1.120 U $S a 3.130 millones de dólares. Este resultado dejó a Bolivia con derechos para el pueblo después de vivir el desguace del neoliberalismo en los años anteriores a su gobierno.