El martes 27 de febrero el gobierno nacional publicó mediante Boletín oficial la eliminación del programa de inserción laboral Potenciar Trabajo y en su reemplazo creó dos líneas nuevas denominadas “Volver al Trabajo” y “Acompañamiento Social”. Esta decisión del gobierno nacional, encabezada por Javier Milei y la Ministra de Capital Humano Sandra Pettovello, muestra una vez más el grado de improvisación y desconocimiento que existe en quienes hoy toman decisiones en nuestro país.
Pensar un programa como el Potenciar Trabajo como sólo una caja política de “X movimiento social” o “la bolsa de trabajo de los municipios” es no tener en cuenta las miles de historias de inserción laboral que tuvieron muchos titulares que no están impactadas en las cifras oficiales; es desconocer el trabajo de miles de compañeras que se pusieron al hombro las ollas en la pandemia del covid-19 cuando muchos se guardaban; es no pensar que un ámbito como el Polo Productivo que funciona en Quilmes Oeste puede llegar a generar esa recuperación del autoestima en titulares que históricamente fueron tildados de vagos e inútiles por el resto de la sociedad.
Resulta imposible no pensar que la decisión tomada por el presidente y por la ministra es totalmente demagógica y solamente busca satisfacer al pensamiento tilingo de una porción de su electorado que tilda de planero todo lo que tenga procedencia popular. Plantear la sustitución de un programa como el Potenciar Trabajo, que justamente busca impulsar la inserción laboral por un programa llamado “Volver al Trabajo”, es cuanto menos contradictorio ya que si hay algo que crece día a día en Argentina producto de la brutal transferencia de recursos y el ajuste criminal hacia los humildes de la Patria, es la falta de empleo, caso paradigmático es Acindar que tuvo que frenar sus 4 plantas de producción por la imparable caída del consumo.
Lo mismo puede decirse de la creación del programa llamado “Acompañamiento Social”, no se puede no reflexionar en la misma sintonía con lo anteriormente mencionado, puesto que responde únicamente a un planteo ideológico del gobierno. Es imposible desconocer las redes de contención y de acompañamiento en los barrios populares que se pudieron vehiculizar mediante el programa Potenciar Trabajo a través de los proyectos sociocomunitarios, tales como la proliferación de promotores comunitarios que permitieron contener situaciones de vulnerabilidad en los diferentes barrios populares de nuestra Patria.
En tiempos donde abunda la falta de creatividad para tomar decisiones, éstas se traducen en medidas totalmente demagógicas y cargadas de prejuicios hacia los sectores más desposeídos. En este sentido, se hace inevitable buscar respuestas mediante experiencias, en este caso, la administración del programa Potenciar Trabajo.
En Quilmes contamos con una experiencia exitosa en la implementación del programa tal cual lo conocemos, tanto en lo que respecta a la inserción laboral en los ámbitos formales e informales de la economía como también en la recuperación de la autoestima y la necesidad de volverse a sentir útil por parte de los titulares.
Una política pública bien administrada como fue el Potenciar Trabajo en Quilmes permitió que compañeras y compañeros que fueron ninguneados históricamente puedan sentirse orgullosas y orgullosos de ser beneficiarios de un programa social. A su vez implicó la recuperación de lo exitoso de los programas anteriores, tales como el Argentina Trabaja, fundamentalmente en lo que concierne a la lógica de asociativismo y lazos de comunidad presente en ese programa.
Esa vuelta a confiar por parte de los titulares hacía el programa permitió consolidar un despliegue de más del 40% de la unidad ejecutora realizando la contraprestación exigida por el Ministerio, ya sea en el embellecimiento y mantenimiento de sus propios barrios como también en la pequeña obra pública al interior de barrios donde la gran obra no llegaba. Se crearon espacios públicos donde antes había basurales, o bien se mejoró la accesibilidad a las escuelas donde los hijos de los titulares asisten. Con esto se demuestra una vez la falta de sustento en la decisión del gobierno nacional cuando afirma que era ínfimo el porcentaje de titulares haciendo la contraprestación, al analizar la experiencia Potenciar Trabajo en Quilmes el 40% de la Unidad Ejecutora hace la contraprestación, esto se traduce a 2.200 titulares haciendo de manera diaria en algunos casos y otros de manera irregular tres veces a la semana, su contraprestación.
El otro argumento esgrimido por el gobierno nacional para justificar la eliminación del programa habla de un porcentaje bajo de titulares que se reinsertaron al mercado laboral. Otra vez la anteojera ideológica de quienes gobiernan no les deja ver la realidad y las problemáticas que existen en el mundo del trabajo para quienes vienen siendo sistemáticamente olvidados por sucesivos gobiernos y algunos vivos que se aprovechaban de la necesidad, como si se tratara solamente de voluntad de conseguir un trabajo.
En la experiencia local una de las cosas que se trató fue remediar ese flagelo inicial y esa falta de confianza existente en compañeros que se les hacía creer que solamente servían para hacer bulto en alguna movilización y empezar a generar confianza. Hay varios casos paradigmáticos de titulares que han recuperado la autoestima y se han insertado en el mercado “formal” de la economía como puede ser conseguir trabajo en una fábrica como encargado de electricidad o la conformación de cooperativas de trabajo que brindan servicios de obras en clubes y casas particulares, así también en el sector informal con la creación de talleres de herrería/artística al interior de un barrio en Bernal Oeste.
Otro caso que muestra que no es falta de voluntad del titular para progresar como cree el actual gobierno nacional, es el caso de las “Administrativas” del galpón de Quilmes Oeste, que iniciaron su paso en la Unidad Ejecutora como compañeras que participaron en los operativos de limpieza y hoy son quienes funcionan como cerebro de la Unidad de gestión controlando los procesos administrativos, hasta crean un manual de calidad en los procesos de registro de información con la capacidad de ser auditado mediante norma ISO 9001. O el caso de quien hoy brinda los talleres de capacitación de electricidad, que llegó a la unidad ejecutora como una titular más en una articulación con el ministerio de Mujeres y Diversidad, ya que era víctima de violencia de genero, y hoy es quien capacita y da los cursos.
Es esta lógica de volver a creer por parte de los titulares que sumado al despliegue territorial, llevó a que se pueda montar un Polo Productivo en Quilmes Oeste, donde se realizan los cursos de capacitación en oficio al que asisten compañeros y compañeras con saberes existentes y titulares sin conocimiento específico que fueron perfeccionándose.
Romper la lógica del programa es desconocer que en el Polo Productivo de Quilmes Oeste al cual asisten más de 100 compañeros diariamente, es desconocer las más de 100 obras realizadas por titulares, los más de 80 establecimientos educativos intervenidos, las más de 1000 piezas producidas de mobiliario urbano, es no ver por prejuicio ideológico y el despliegue inmenso de compañeros manteniendo y embelleciendo sus propios barrios, los puentes peatonales refaccionado, no se puede ignorar la tarea fundamental que hacen promotores de salud en los barrios de la periferia del distrito. Se trata en definitiva de no tener idea lo que representa para cada sujeto el sentir que su trabajo vale, tal como se hace en Quilmes.
Es cierto que como movimiento nacional y militantes del campo popular nos debemos una discusión seria de cómo se administra lo público y cómo se manejan los recursos provenientes del estado nacional, o qué estrategia nos damos como política para generar empleos de calidad y bien remunerados, pero lo que no podemos permitir es que por caprichos ideológicos y decisiones tomadas detrás de un escritorio vuelvan a romper lógicas de generar comunidad. El Potenciar Trabajo en Quilmes es muestra de esto.