Y otra vez. Como todos los días y desde hace años la violencia política y la mentira planificada y ejecutada a través de sus representantes y medios hegemónicos intenta sembrar odio y más grieta.
Las corporaciones son el origen de todo este ataque cotidiano. Tan cotidiano y repetido que logró normalizar la reproducción de mentiras, el rumor como noticia, el “periodismo” sin pruebas ni fuentes, la fabulación.
Un “sentido común” que creen moldear a gusto y piacere a diario por sus empresas de comunicación, minuto a minuto.
Los mueve el odio y la violencia que les produce la prueba suficiente y contundente de un proyecto de país vivo y coleando. Les duele y no los deja dormir un apellido contenedor de ideas. El que sintetiza el haber logrado desendeudar al país, ponerlo en funcionamiento con un piso de igualdad de derechos para las mayorías populares. Los atormenta saber que hay otro modelo que pone en jaque sus privilegios.
No saben ya cómo desviar la mirada de la catástrofe económica y social provocada por las políticas neoliberales que dejaron (todos los) Macri (los visibles y los que se esconden bajo sus firmas) y a un año de las próximas elecciones vuelven a la carga contra un apellido. El que sintetiza la esperanza del pueblo argentino que vivió 12 años de puesta en marcha y crecimiento.
Los mueve el odio. Sus manos y brazos son la violencia política, la injusticia del Poder Judicial y la mentira hegemónica. Ponen el “ojo”, sus tapas, sus móviles, en crear una especie de “realidad” insoportable, con personajes “hartos” y “periodistas” que opinan, jamás preguntan.
¿Qué pasaría si estos mismos medios hablaran y pusieran el foco en explicar el endeudamiento que tenemos que pagar hoy los argentinos y en mostrar quiénes la fugaron? ¿Qué pasaría si se hablara y educara sobre cuáles fueron y son las políticas de hambre y miseria para que las mayorías sepamos elegir y exigir cuál es el proyecto de país que necesitamos para salir de este agujero?
Quisieron hacer creer que hay un “enemigo interno” (el que sale a la calle a defender sus derechos, a manifestarse contra el ajuste a las jubilaciones, la educación, la salud) y que tu vida depende solo de vos y tus méritos, que el Estado es un ente vacío que no sirve. Quieren hacer creer que AHORA estamos peor y que hay que volver a ser colonia para que ellos (sus corporaciones) puedan seguir endeudando y fugando.
En el ámbito local sucede algo parecido: la intendenta Mayra Mendoza representa cabalmente ese apellido, ese proyecto de país, y es atacada ferozmente casi a diario por los empleados de las grandes empresas de comunicación para sembrar el desánimo en el pueblo de Quilmes. Lo han intentado desde el 10 de diciembre de 2019 pero han fracasado porque así lo indicaron las últimas elecciones legislativas en 2021, cuando la lista del Frente de Todos encabezada por Cecilia Soler se impuso con el 40,84%.
Apuntan y disparan. Kirchner, Kirchner, Kirchner. Cristina, Cristina, Cristina. Siempre Kirchner. Plantarse a los poderes concentrados no es gratuito.