La basura en la gestión macrista quilmeña

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Al introducirnos en un tema tan complejo como es la recolección de residuos domiciliarios no hay lugar a dudas que la secretaría de servicios públicos de 2015 a 2019 fue el talón de Áquiles de cuatro años de administración «macrista» municipal: grandes conflictos por horas extras, cambios bruscos de secretarios y basurales a cielo abierto a lo largo y ancho de toda la ciudad, entre otras cuestiones. Hoy, la erradicación de los microbasurales en el distrito es un hecho.

Todo comenzó en diciembre de 2016, cuando el Ceamse no abrió sus puertas un par de días en vísperas de las fiestas de fin de año. Y aunque un servicio tan básico para los vecinos y las vecinas parecía tomarse unas «jornadas de licencia», la falta de recolección llegaba para quedarse.

En abril de 2018 el secretario por ese entonces de la cartera fue denunciado por incumplimiento en sus deberes de funcionario público. Al mismo tiempo, desde el gobierno municipal jamás desmintieron la denuncia en el reparto de horas extras en el área, hasta un camión con personal municipal fue sorprendido retirando residuos patológicos en la Clínica del Niño. 

En su momento el ex intendente macrista Martiniano Molina realizaba declaraciones polémicas respecto del servicio en pleno conflicto. “El problema es que los vecinos se acostumbraron a tirar basura en los arroyos. También son responsables los carritos de recolección informal y camiones de distritos vecinos, tanto privados como públicos”, dijo el outsider y actual candidato a legislador provincial.

Los basurales a cielo abierto se propagaron a lo largo de los 125 kilómetros cuadrados que tiene el distrito. Los puntos más críticos siempre fueron: toda la traza de Avenida La Plata en Ezpeleta Oeste, la entrada al barrio La Matera sobre Calle 816, los arroyos San Francisco y Las Piedras, Avenida Zapiola y Camino General Belgrano, Av. Donato Álvarez entre Pedemonte y Avenida Lynch (ver fotografía) y, en la zona del Triángulo de Bernal. Una combinación de varios factores hizo que el servicio sea cada vez más deficiente.

Sin embargo, la llegada del gobierno del Frente de Todos en manos de la exdiputada Mayra Mendoza puso el foco en erradicar estos micribasurales. Primero fue momento para el relevamiento de maquinaria: de los 70 camiones con los que debería contar el municipio, solo estaban aptos 15. Luego lo que ya se sabe, la compra de 10 camiones nuevos, pavimentación en lugares estratégicos (como en Avenida La Plata y 401 Bis), colocación de destacamentos policiales (como en Av. Donato Álvarez y Av. Lynch), la planificación de la construcción del Complejo Socioambiental Ecoparque Quilmes, la duplicación de los Ecopuntos existentes al 10 de diciembre de 2019 y por supuesto, insistir con más jornadas integrales de limpieza.

Quilmes hace años se encuentra en emergencia ambiental y existe claramente una pesada herencia en materia de recolección de residuos domiciliarios, que tiene como únicos rehenes a los vecinos y las vecinas de Quilmes, pero desde un tiempo a esta parte con un rumbo claro y ambicioso, que espera el acompañamiento de la sociedad en su conjunto.