Otro subgénero

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Columna de cine

Por Lucas Pablo Beriain

Es sabido que existen géneros para calificar determinadas películas, como también es sabido que con el tiempo esos géneros fueron mutando y amalgamándose entre ellos formando géneros híbridos. Ahora bien, subyacen, sea en el cine más industrial como en el más independiente, un puñado de pequeños mundos dentro de cada género. Ellos se podrían catalogar como subgéneros.

Por ejemplo, el cine de terror, además de incluir muchas ramificaciones dentro de su espectro –slayer, gore, etc.-, con el tiempo y la acumulación de narraciones se llegaron asentar una serie de historias que poseen estructura propia y que a la vez puede ser intervenida por una nueva mirada artística para agregarle su toque distintivo: son infinitos los casos de espíritus amedrentando a los nuevos inquilinos que habitan el hogar o de jóvenes poseídos por algún ente maligno.

Más aún, podemos hablar – y por esto el breve comentario sobre el tema- de un subgénero que se podría llamar “Películas de suspenso donde los protagonistas se ven atrapados en un sitio y tienen que salir de ahí”. Sí, un poco largo. Lo cierto es que viendo Deep Feet (2016), una película intrascendente, recordé dos películas cuyas estructuras de ese estilo se vienen repitiendo Frozen (2010) y  Buried (2010). Pero hay más. Particularmente, en esta historia vemos a dos hermanas atrapadas en una pileta climatizada, el 95% del relato transcurre ahí. Hay suspenso y ganas de que salgan del agua con sanas y salvas, como también de que se termine lo más pronto posible. Sin duda éste subgénero no tiene obra maestra, pero no tardará en caer un director o una directora que lo tome y lo engrandezca.  Nos podemos preguntar, para buscar más casos similares, ¿qué otras estructuras argumentativas se vienen repitiendo en el cine creando y recreando subgéneros? ¿Y hasta dónde llegarán todas esas ramificaciones?