Un informe de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) indica que dos de cada tres hogares argentinos fueron cubiertos por el IFE. Con estas medidas se posiciona primero en el listado de países de Latinoamérica con presencia estatal.
Desde que comenzó el aislamiento social, preventivo y obligatorio, Argentina mantuvo el nivel de ingresos en las familias y evitar que las empresas quiebren como causa de la pandemia, que generó menos ventas en todo el mundo. Con esta medida, nuestro país tiene la política de transferencia directa más importante de la región.
Otros países sudamericanos tuvieron su experiencia similar al IFE, sin embargo nuestro país supo contener con el 66,2%, el mayor índice de cobertura en hogares de familias. Esto implica el mayor esfuerzo fiscal en relación al PBI (1,07%).
Cabe agregar que también se otorgaron más de 340 mil créditos a tasa del 0%. Y en combinación las tres medidas de ATP, créditos a tasa cero e IFE, los números alcanzan una cobertura estatal de casi 11 millones de personas.
La implementación del ATP en dos partes lanzó un total de 181 mil millones de pesos y alcanzó a 230 mil empresas en mayo (sueldos destinados en abril) y a 217 mil empresas en junio (sueldos de mayo), en total alcanzó a 2,3 millones de trabajadores. Así el programa ATP asistió al 39,9% de las empresas privadas para el mes de abril.
Los 3 pagos del IFE implicaron una erogación de 264 mil millones de pesos, que alcanzó a 8,8 millones de hogares en ayuda a quienes están en el empleo informal y desocupados. De esta manera, logró evitar que 2,8 millones de personas cayeran en la pobreza y que 1,4 millones evitarán caer en la línea de indigencia. Con estos datos el programa estatal evitó además que aumente 6 puntos porcentuales la pobreza y 3 la indigencia.