Paradojas en Quilmes

0
424

Columna Memoria, Verdad y Justica

Por Hugo “Pájaro” Colaone*

La misma semana que la corte suprema dictara un fallo del 2 x 1 a favor de la posible libertad de un sentenciado por crímenes de lesa humanidad, en Quilmes el intendente Martiniano Molina entró a una escuela con la policía de custodia.

Los síntomas de un gobierno que viene acentuando la represión o persecución, ya están a la vista,  y en nuestra ciudad, cómplice político y económico del gobierno central también se fueron viendo en los últimos meses. En ese marco es que se da una paradoja con la entrega de las llaves al consejo del sitio para memoria del Pozo de Quilmes.

El lunes 15 en La Plata se oficializo la entrega de la posesión del predio, el traspaso formal del sector primeramente desafectado de lo que fue el principal “chupadero” de la zona,  para que empiece a convertirse en un espacio  de vida.  En un acto realizado en la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia, sita en la Ciudad de La Plata, el titular del área, Santiago Cantón y el Presidente de la Comisión Provincial por la Memoria, Adolfo Pérez Esquivel, suscribieron el Acta de traspaso y formalizaron la entrega de llaves, dice la gacetilla del Colectivo Quilmes, Memoria, verdad y Justicia.

El gobierno de cambiemos y sus contradicciones

Ellos utilizan expresiones y actos que envuelven una contradicción y se transforman en antinomia, lo hayan querido o no. Es decir, tenemos perspectivas igualmente racionales, pero en la práctica sumamente contradictorias.

Tienen presos políticos, hay persecución judicial y mediática, hay represión a manifestaciones callejeras, entran con la policía a universidades y otros ámbitos escolares, les pegan a vendedores ambulantes, pero tienen que entregar un lugar, un sitio de memoria ganado por quienes lucharon para eso.

En realidad es la paradoja del mentiroso. Ellos nos mienten porque nos desprecian. No es posible darles un valor de verdad a lo que dicen. La mentira política nunca circula sola, es acompañada por la mentira financiera, por la mentira mediática, por la mentira judicial.

Se entregó parcialmente el edificio de Garibaldi y Alison Bell, se desafecto la zona de los calabozos y sala de torturas junto con la antigua entrada de vehículos. Falta el resto, el edificio principal donde se decidía quien vivía y quien moría, nada más ni nada menos.

Cuando sea desafectada la totalidad, como marca la ley, podremos acercarnos a ver un oasis en medio del desierto.

*Miembro del Colectivo Quilmes Memoria, Verdad y Justicia