Hay empresarios y empresarios

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Don Hugo Basilotta le pone letras a esta carta para contar una historia, que deja su enseñanza y hoy está más vigente que nunca.


«Corría el año 2004, nuestra empresa Guaymallén, cumplía 60 años. La Asociacion Distribuidores Golosinas y Afines (ADGYA) hacía su fiesta anual en el Hotel Sheraton, en ella se juntaban aproximadamente todos los años 1000 personas, entre empresarios, distribuidores, kiosqueros, etc. Nos llaman sus autoridades para avisarnos que nos iban a entregar una distinción especial.


Con mi mujer decidimos que esa distinción la recibiera mi suegro, que en ese entonces tenia 90 años, estaba muy bien de salud, pero ya no queria ir a fiestas, ya no le gustaba trasnochar y nos costó mucho convencerlo. Recuerdo que nos dijo, ‘voy, pero por favor recibo la distinción y me voy’. 
Llamamos a las autoridades para pedirles si por favor la entrega la podían hacer al principio de la fiesta. Lógicamente accedieron. Llegó el momento de la distinción, mi suegro sube al escenario junto conmigo y mi mujer, le entregan la placa y le piden unas palabras. 


Tomó el micrófono y dijo casi textual: ‘Agradezco a las autoridades, a mis colegas, a mi familia, a mis clientes, pero por sobre todo A MIS OPERARIOS!!!!!! Buenas Noches’. 
Recuerdo que se produjo un silencio casi sepulcral en la sala, se nos ocurrió en ese momento con mi mujer observar desde el escenario a todas las mesas y vimos emoción y hasta llantos. Bajamos del escenario y nos dijo ‘pidanme un taxi’, (ya no manejaba) y se fue.


Lo que es la vida… Ayer 3 operarias, en representación de TODO el personal, se apersonaron a nuestros hijos (con mi mujer estamos en casa) y les dijeron: ‘En agradecimiento a que no nos rebajaron el sueldo y cobramos todo durante el mes que estuvimos encerrados, a que no echarán, ni suspenderán a nadie, ni recortarán nuestro sueldo, queremos hoy viernes quedarnos 2 horas más GRATIS’. 


Lógicamente mis hijos agradecieron efusivamente, pero no aceptaron, se quedaron esas 2 horas más, pero pagas. Cuando mis hijos nos llamaron para contarnos, con mi mujer casi al unísono RECORDAMOS LAS PALABRAS DE MI SUEGRO en aquella noche del 2004″.


Por muchos más empresarios como el dueño del caviar.