Marichiwue

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Columna Memoria, Verdad y Justicia
Por Hugo ‘Pájaro’ Colaone *
Te sacaban a los golpes, a culatazos, con amenazas y gritos y ahí nomás empezaba el interrogatorio, te vendaban y ya no sabías tu destino. Te hacían creer que conocían todo y que nadie aguanta la picana, que la muerte es lo mejor que te podía pasar.
El objetivo era instaurar un plan económico oligárquico-financiero y para eso dieron el Golpe de Estado que se convirtió en genocidio, para eso prohibieron los partidos políticos, los sindicatos, el Congreso y toda organización que resistiera, para eso utilizaron la metodología represiva de desaparición, tortura sistemática, apropiación de los hijos y muerte de 30 mil compañeros confinados clandestinamente en campos de concentración. El Pozo de Quilmes o Chupadero Malvinas fue el más importante de la ciudad. Por el “Pozo” pasaron hombres y mujeres que combatían a los militares, con armas o sin ellas, con ideas y convicciones.
En un hecho histórico, contradictorio y a contramano de todo lo que viene haciendo el gobierno de Cambiemos, quedó promulgada la ley 14895 que declara de interés histórico cultural de la provincia de Buenos Aires al edificio donde estuvo la Brigada de Investigaciones y actualmente funciona la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) la cual será desafectada para conservar los lugares emblemáticos y luego desarrollar las actividades educativas, culturales y artísticas de promoción y protección de los DD.HH., Fomentar el estudio, la investigación y la difusión de los hechos vinculados al Terrorismo de Estado; elaborar un archivo y centro de documentación especializado en memoria. Apoyar los juicios por crímenes de lesa humanidad; colaborar en la búsqueda de detenidos-desaparecidos y la recuperación de los niños apropiados. Transforma lo que fue un lugar de muerte en un sitio de vida recuperando la historia de todos los militantes que ya no están y en contribuir a la comprensión del presente.
El Colectivo Quilmes Memoria, Verdad y Justicia fue el motor de la lucha, generada para arrancarle al Estado que se haga cargo de una política fundacional. Somos la sangre de aquellos compañeros, ya derramada que el pueblo no ha olvidado, libres o muertos pero jamás esclavos.
*Miembro del Colectivo Quilmes Memoria, Justicia y Verdad