Plan FinES, el globo del sistema educativo

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El Plan FinES es una política nacional que desde el año 2008 intenta dar solución al problema de la repitencia y el abandono escolar. Si bien arrastra problemas desde sus inicios, el desfinanciamiento los profundizó.

Por Magalí Milazzo.

El FinEs (finalización de estudios primarios y secundarios) nació como un plan para paliar urgencias, para volver a incluir en el sistema a los caídos durante la anterior oleada neoliberal de los ’90. Hoy, es otra de las caras del ajuste, la versión más cruda del abandono estatal. Jóvenes y adultxs tempranamente arrojados al mercado laboral que no pueden reinsertarse o nunca estuvieron en el sistema educativo encuentran en el FinES una pequeña reparación de la desigualdad.

Lxs docentes que allí se desempeñan carecen de toda estabilidad laboral, deben renovar sus cargos cada 4 meses perdiendo la continuidad de su obra social durante los recesos. No existe sistema de licencias ni la   posibilidad de titularizar cargos. Las sedes, en muchos casos clubes o sociedades de fomento, son sostenidas solo gracias al esfuerzo de lxs referentes. Tampoco existe material didáctico ni capacitación.

Sebastián Rondinoni, es profesor y uno de los 12 delegados que se han puesto al hombro la representación  de las demandas del sector en el distrito de Quilmes. “El gobierno de Macri y Vidal utilizó estos años para ajustar, devaluar y profundizar un modelo de precariedad laboral y en ese contexto el plan FinES fue funcional a sus objetivos. Muy en línea con su estilo instalaron un sistema donde la prioridad es la certificación a muy  bajo costo, vulnerando todos los derechos estatutarios como licencias que no están contempladas y el principio de estabilidad laboral. El Plan es hoy una demostración cabal  del total corrimiento del estado en asuntos que le son propios”, expresó Rondinoni.

Según datos oficiales, en la Provincia de Buenos Aires, el plan cuenta con una matrícula que supera lxs 30.000 alumnxs, lo que representa el 50 %  en la modalidad Adultos. En Quilmes, FinES contiene a más de 13.000 estudiantes, 250 docentes y un centenar de sedes pero “el gobierno no solo precariza trabajadores y no paga auxiliares: no envía ni una lavandina”, concluye Sebastián.

Angel Ruiz Diaz es profesor en FinES desde 2015, actualmente dicta Estado y Políticas Públicas entre otras asignaturas en cuatro comisiones del plan. El  pasado 27 de agosto le indicaron 15 días de reposo y rehabilitación por una afección cervical, y aunque el portal de educación le aceptó la licencia, su coordinadora, Cristina Andrzejkowicz, le informó vía whasapp que FinES no posee régimen de licencia por lo que sería cesado de su cargo.

“Hay una enorme arbitrariedad porque el mismo empleador que me acepta la licencia en un cargo me la niega en otro. Presenté un escrito exigiendo explicaciones, ¿cuál es la normativa que los ampara para despedirme por estar enfermo? La respuesta fue el maltrato de parte de la coordinadora que me decía que no me veía tan mal, que los docentes somos muy faltadores y la posterior desvinculación del cargo  firmada por la Inspectora de Adultos, Alejandra Mingrone”.

El sistema requiere una urgente revisión estructural,  y en cada distrito los docentes se organizan para solicitar por los medios a su alcance que se de continuidad laboral, se equipare en derechos a los trabajadores de FinES con el resto de los docentes y para requerir la urgente presencia del Estado en esta política pública también devastada.