En Quilmes existe residuos que se amontona en las esquinas que luego no se retira de su lugar y con el tiempo se desparrama por las calles
Un tema poco novedoso para Quilmes sigue presente en las demandas de vecinas y vecinos del distrito, se trata del trabajo de recolección de residuos. Si bien la preocupación es de toda gestión
Municipal, en estos años ha empeorado para los distintos barrios. Tal es el caso de la calle 835 y 889 en Solano, que al día de hoy acumula restos de ramas, muebles, bolsas y en algunos casos animales muertos.
Si bien este tema para 2019 no es sorpresivo, sí lo es que ha aumentado la cantidad de residuos que se tiran por las esquinas de Quilmes. Se debe al problema de la falta de recolección que hubo entre 2017 y 2018; recordemos que ese verano por más de tres meses hubo problemas de despidos de casi 500 empleados, falta de elementos necesarios de seguridad para trabajar y la existencia de 18 camiones que permanecieron parados.
Este problema fue notificado por parte de los gremios y la oposición ante el intendente de Quilmes, Martiniano Molina. «Para 2018 el presupuesto destinado al servicio de recolección fue de 526 millones de pesos, aún así se gasta tres veces menos de lo que se hacía cuando estaba privado» anunciaba el secretario general de ATE Quilmes, Claudio Arévalo, por aquellos días.
Desde la falta de servicio que estuvo en épocas festivas, la ciudadanía quilmeña optó por sacarla de sus canastas y hogares para evitar la peste para llevarla hacia otra parte. Si no terminaba en alguna esquina se le pagaba a algún carro de caballo que lo llevaba para otra zona. En su defensa el oficialismo argumentaba que «no había presupuesto» y también que «el servicio se estaba normalizando».
Por estos días aún se puede observar las esquinas de basura que son escuelas, jardines, clubes barriales o en los arroyos. Las calles aún no están limpias y las políticas de limpieza no abarca los sectores periféricos de Quilmes que empeoran con la llegada de las lluvias.