Se hicieron una serie de pedidos vinculados a la ribera sobre la falta de infraestructura y servicio de salud pública. Vecinxs presenciaron la sesión.
En la ribera quilmeña son conocidas las problemáticas debido a la postergación de obras de infraestructura que jamás se realizaron. El pasado martes un grupo de vecinxs presenciaron la sesión, ya que tres concejales de Unidad Ciudadana realizaron pedidos para atender las problemáticas del barrio de La Ribera y Villa Luján. Algunos fueron aprobados y otros no corrieron la misma suerte.
Uno de ellos fue la salita de atención primaria de la salud, “El Hornero”, de V. Luján, que sufrió un recorte de personal y posee una serie de deficiencias de infraestructura. No hay limpieza de zanjas ni cloacas, a tal punto que se formó “una laguna de caca”, tal como afirmó Susana Cano. “No fue cerrada pero quedó cuasidesmantelada”, indicó la concejala. También denunció 40 casos detectados de infecciones en la piel en chicxs de la escuela N° 39. El pedido fue aprobado luego de un cruce de opiniones entre Gabriela Fernández (GEN) y Raquel Coldani, del oficialismo. Fernández denunció que estos casos fueron informados y desestimados por el propio secretario de salud, Miguel Maiztegui.
Por otra parte, Diego Méndez, solicitó que se atienda un pedido realizado por mesa de entradas, donde lxs vecinxs juntaron más de 600 firmas para que se realicen obras de asfalto, cloacas y desagües en la zona ribereña. Entienden que son 1700 familias que están afectadas por la falta de obras. El planteo generó cruce de opiniones entre el oficialismo, porque según indican, las obras están proyectadas. Por tal motivo, no acompañaron el pedido.
El pedido que se aprobó fue que se notifique a la empresa de colectivos 85 SAES, que modifique su trayecto en la base del rio porque comete infracciones de tránsito, debido a unas refacciones que realizó en la planta.
