Entre globos y timbreos: un Gobierno que agota sus estrategias

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Por Analía Bracamonte

En general inflamos un globo con la energía de nuestros pulmones, luego se le hace un nudo en el extremo, y allí lo tenemos. Ese globo puede tener al menos dos destinos: se puede ir desinflando por el paso del tiempo, perdiendo su turgencia hasta transformarse en algo flácido o puede explotar por algún elemento externo debido a la fragilidad de su estructura. Podríamos decir que un globo es algo efímero, sabemos que su existencia en el mundo es pasajera y que, al ser liviano, su rumbo es incierto pues el viento puede hacer lo que quiera con él. Se completa con aire, y a su vez ese aire da la sensación de ser un espacio vacío.  Este objeto, sobre el cual nos tomamos un tiempo para reflexionar, fue EL símbolo de los festejos de las campañas electorales del actual gobierno.

El objetivo de esta entrega es hacer una breve reflexión sobre algunas estrategias de campaña de Cambiemos: una fuerza política que se encuentra en campaña permanentemente.

 

Las ideas fuerza en los spots electorales de Cambiemos en 2015, intentaron mostrar un espacio político con mayor capacidad de escucha, “en vez de hablar tanto” – sin dudas es un guiño a las cadenas nacionales de Cristina Fernández de Kirchner – se mencionaba también la idea de intentar perpetuarse en el poder como algo altamente negativo. Estos mensajes encontraron en aquel momento receptores permeables a los mismos, ciudadanos que hacían eco de esas palabras, a ellos les hablaba Macri. Los spots llegaban a un público que también era invadido por más mensajes de los principales medios de comunicación masivos: televisivos, radiales y gráficos. Con una fuerte cobertura que resaltaba aspectos negativos del gobierno de Cristina, y un Jorge Lanata en el horario prime time (horario estelar) todos los domingos, con su programa Periodismo Para Todos. Donde en cada entrega apuntaba a algún funcionario del anterior gobierno con investigaciones que en más de una ocasión se llegó a comprobar su falsedad.

Volviendo a la campaña, como contracara de las mañas de la vieja política, Cambiemos viene a ofrecer un “genuino” acercamiento y una atenta escucha a los vecinos, una práctica que denominaron timbreos, los suelen llevar a cabo los sábados y se dan a nivel nacional, provincial y también local. Grupos de funcionarios de distintos niveles de jerarquía salen a las calles de nuestro país a tocar el timbre de los vecinos y charlar con ellos. En la nota anterior hablamos sobre el montaje de algunos actos de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal[1]. Para esta entrega tenemos una imagen de una jornada de timbreo que el Intendente Martiniano Molina realizó el sábado 15 de septiembre en la ciudad de Quilmes. Junto a su equipo visitaron a una vecina de la ciudad, que por la imagen podemos inferir vive en alguno de los barrios más pudientes de nuestro distrito.

Desde IDEAL desarrollamos el mapa de vulnerabilidad social de Quilmes[2] y especificamos allí que “El mapeo nos permitió establecer que el 17,3% de la superficie total del Partido de Quilmes se compone de zonas vulnerables. En la mayoría de los casos los barrios comprendidos corresponden a villas de emergencia o asentamientos precarios”. Barrios que padecen de servicios públicos deficitarios o inexistentes, viviendas precarias, escasos espacios verdes, y están expuestos a eventos del clima y degradación ambiental, por mencionar algunas de las problemáticas relevadas.

Martiniano Molina publica en su página de Facebook: “Cada jornada de #TimbreoNacional es una nueva oportunidad para estar cerca de cada quilmeño, conocer sus necesidades, y brindarle soluciones concretas para que nuestra ciudad continúe creciendo”. Es lícito preguntarnos si las necesidades de los vecinos de los barrios más vulnerados ¿Están siendo escuchadas por alguien del Poder Ejecutivo local? ¿Por qué Martiniano elige visitar esta casa? Bien sabemos que ninguna acción de campaña en este gobierno esta librada al azar.

 

Desde las trincheras del hashtag, el #SíSePuede fue y sigue siendo uno de los lemas de Cambiemos y sus seguidores, vinculado a que un cambio es posible, acompañado por un “cambiemos juntos”. Este último concepto también fue uno de los ejes centrales en su campaña: el cambio como opción electoral.

Estamos próximos al cierre del tercer año de gestión de Cambiemos, es genuino plantearnos algunos interrogantes, ¿Qué es lo que sí se puede o sí se pudo? ¿Elevar la inflación desde que asumieron su mandato, elevar las cifras de pobreza, quitar vacunas del calendario de vacunación, reducir presupuestos en áreas sensibles como las que se dedican a la prevención de violencia de género, despedir trabajadores estatales, bajar al nivel de Secretaría a ministerios centrales como el de Salud y el de Trabajo? Podría seguir, pero no es el objeto de esta nota.

Yendo un poco más atrás en el tiempo, en el primer saludo de Macri como presidente electo, luego de que las cifras oficiales lo dieran como ganador. Al finalizar sus palabras, sobre el escenario cae una lluvia de globos celestes y blancos. Si no fuera por esos globos, los colores patrios prácticamente no hubieran estado presentes. Colores que también están ausentes en su propio logo. Es más, si vemos ese video con el sonido desactivado, se puede tratar de un grupo de políticos argentinos o de cualquier otra nacionalidad, simplemente porque ni la bandera ni los símbolos nacionales son protagonistas del acto, ¿Es esto raro, o no? En un equipo que sabemos, todo lo piensa.

Al igual que ocurre con un globo, que como expresamos en las primeras líneas tienen una existencia corta y pasajera, en las estrategias de campaña de Cambiemos, todo está pensado para que dure mientras esté en funcionamiento la cámara fotográfica y a su vez se busca el efecto en las redes sociales, lograr más “me gusta” y más seguidores. Pero detrás de ello hay poco contenido de políticas públicas concretas que le cambien la realidad a los argentinos para bien. El vacío del globo nos remite al vacío de los actos y los discursos de funcionarios del gobierno actual. Tema del que podremos ocuparnos en otro análisis.

Por otro lado, es por demás evidente que las jornadas de timbreo son actos previamente armados, preparados y poco tienen de espontáneos. Podríamos decir que Cambiemos está agotando sus recursos marketineros. Me gustaría cerrar esta nota y que todos pensemos en la remota posibilidad de que algún funcionario del actual gobierno, sea nacional, provincial o local toque el timbre de nuestras casas o departamentos, ¿Qué le dirían?-

*Lic. en Comunicación Social (Universidad Nacional de Quilmes) – IDEAL Quilmes

[1] http://www.idealquilmes.com.ar/spip.php?article206

[2] http://www.idealquilmes.com.ar/spip.php?article144

[3] Es un término asociado a asuntos o discusiones que desean ser indexadas en redes sociales, insertando el símbolo de numeral (#) antes de la palabra, frase o expresión.