Luego de la muerte de Rafel Nahuel y de Santiago Maldonado en operativos de fuerzas federales, el Secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj y el Presidente Mauricio Macri lanzaron el Plan Nacional de Acciones sobre Derechos Humanos.
Durante la presentación de Plan, Avruj volvió a desafiar a los organismos al sostener que las políticas del sector “no deben ser utilizadas ideológicamente ni ser capturados por nadie” y, al mismo tiempo, entre los méritos de la gestión de la alianza Cambiemos, se adjudicó el reciente hallazgo de la nieta 126. Cabe recordar que desde su asunción, Avruj acusó al gobierno anterior de haberse “apropiado” de las banderas de Abuelas y Madres de Plaza de Mayo.
El plan incluye cinco ejes, entre ellos “memoria, verdad, justicia y políticas reparatorias” y “seguridad pública y no violencia”, borrando de esa manera la diferencia entre los delitos de lesa humanidad y los delitos comunes. Otro de los objetivos planteados es la “inclusión”, que contempla, según la interpretación oficial, la lucha contra la discriminación y contra la pobreza. Los dos ejes restantes son “cultura cívica” y “compromiso con los derechos humanos”, sobre los cuales no hubo especificaciones.
En su presentación se destacó el consenso para desarrollar el plan con la consulta a las provincias, a 20 ministerios del gabinete nacional y organizaciones de la sociedad civil. Sin embargo, los organismos de derechos humanos no fueron consultados para su redacción y no participaron del acto de lanzamiento. Según Avruj, los objetivos del programa surgieron “del diálogo y escucha con muchísimas organizaciones de la sociedad civil”, aunque no mencionó ni a Abuelas ni a las Madres. Tampoco al resto de los organismos argentinos reconocidos internacionalmente. El funcionario afirmó también que hubo “diálogo y escucha” con expertos y el sistema internacional de derechos humanos, sin mencionar que dos de ellos, la Comisión Internacional y la Corte Interamericana de Derechos Humanos cuestionaron al gobierno de Cambiemos por el encarcelamiento de la dirigente social Milagro Sala.
Macri calificó a la pobreza de “inaceptable” y aprovechó el marco de la OMC que se desarrolló esta semana para destacar que la cumbre “es una gran oportunidad para fomentar el comercio internacional” y “generar oportunidades”: es decir, la apertura comercial que está siendo criticada fuertemente por el sector de las PyMES, que advirtieron que las políticas de libre comercio que promueve el Gobierno las perjudica «Va a ganar el que mejor posición tiene», dijo Daniel Moreyra, presidente de la Asociación Apyme.
Más adelante, Macri sostuvo que “los derechos humanos que debemos avalar y proteger” son los de una “educación de calidad, agua potable y cloacas, y energía que no contamine”.
En medio de una escalada represiva impulsada por el Gobierno nacional contra toda protesta social y específicamente contra las comunidades de pueblos originarios en la Patagonia, este “giro” en materia de Derechos Humanos podría leerse como una vuelta de página, queriendo dejar atrás las recientes muertes en democracia y legitimando el accionar represivo ante la protesta social.