El domingo a la noche asistimos a la cadena nacional macrista, el festejo por la continuidad del cambio y nos fuimos a dormir con la tele prendida. Sin embargo los números de Unidad Ciudadana comenzaron a crecer entrada la madrugada.
Tanto crecieron que recién a las cuatro de la mañana del lunes Cristina salió a hablar públicamente en el búnker ubicado en el estadio de Arsenal de Sarandi. Para ese entonces el empate técnico era un hecho. La escandalosa carga de datos, de manera sesgada, elegida a dedo, primero con los distritos favorables a Cambiemos, fue un hecho que será recordado por mucho tiempo.
El recuento provisorio frenado justo cuando Cristina más crecía puso en evidencia el poco respeto por la democracia y el voto popular del gobierno que prometió diálogo, consenso, república y coso. Lo mismo en Quilmes con el festejo apresurado de Molina.
Unidad Ciudadana fue la fuerza más votada de Quilmes y eso también es noticia. Molina, modelo de gestión y pilar del proyecto amarillo, quedó en jaque.
Hasta la próxima semana.