Por Sergio González
Se sancionó el 22 de mayo de 2012 por el Honorable Concejo Deliberante de Quilmes y prohíbe la tracción a sangre en todo el distrito. Promueve el reemplazo de motos por los animales pero sin embargo, el gobierno municipal nunca la reglamentó.
La ordenanza municipal 11840/12 está vigente pero no se cumple después de más de 7 años de haberse legislado. Esta reglamentación prohíbe absolutamente la tracción a sangre, de tiro animal y humano, además de establecer la sustitución de los carros/caballos por otra clase de vehículos que no requieran de la esclavitud de un ser vivo. El derecho de los animales a no ser víctimas de una situación de maltrato que les produce la tracción a sangre es el argumento. Además ordena la creación de un registro de las personas que tienen en su guarda caballos en el que se indique el estado de los mismos y se controle su paradero.
Días atrás el Tribunal en lo Criminal Oral 5 obliga al gobierno municipal a realizar un censo de tenedores de los caballos actualmente utilizados para traccionar y se instale un campo donde puedan alojarlos, de forma que sean cuidados correctamente cuando sean rescatados. Cabe recordar que Quilmes es uno de los distritos de la Provincia de Buenos Aires que más caballos se utilizan como medio de locomoción y carga.
Hoy, los equinos son utilizados por trabajadores de la economía popular que no cuentan con lugares apropiados para el desarrollo sano del animal, ni tampoco tienen opciones para acceder a otro medio de transporte. En algunos casos, los caballos sufren las consecuencias del maltrato, en la mayoría de los casos, indeseado. Mientras tanto al Intendente Martiniano Molina, en una inauguración del fin de semana, se lo nota “muy feliz” al ver unos carros con varios pasajeros tirados por caballos desconociendo la ordenanza en su Artículo 5to, que (más allá de los fines tradicionalistas y/o sociales) “prohíbe toda clase de acarreo de elemento que por su peso, excedan la capacidad del transporte vehicular que es utilizado para el acarreo”.
