Estudiantes y docentes continúan con los problemas por la falta de gas en las escuelas y las respuestas no llegan. El lunes pasado fueron al Consejo Escolar pero no fueron recibidos debido a un corte de luz.
Agrupaciones estudiantiles, padres y docentes marcharon el pasado lunes al Consejo Escolar como continuidad del reclamo por problemas de calefacción, infraestructura y deficiencias en el servicio alimentario escolar. Un reclamo de larga data pero que se intensificó en los últimos días de intenso frio.
Alumnos de escuelas primarias, secundarias y técnicas junto a empleados del Centro de Investigaciones Educativas y representantes de SUTEBA, luego de un recorrido que comenzó a las 10 por el centro de la ciudad, se dieron cita frente al edificio del Consejo Escolar con la intención de entregar el detalle de sus reclamos al Presidente, Danilo Dángelo, con quien tenían una reunión previamente pactada.
Alrededor de las 11,45 un repentino corte de luz permitió al funcionario suspender la reunión y retirarse junto a la mayoría de los empleados de esa administración a pesar de la permanencia y de la firme interpelación de los manifestantes para que acepte recibir sus reclamos.
Luego de largos minutos de gestión, el consejero escolar, Franco Bogado, logró que el Director General de Educación, Pablo Splawski, aceptara hacerse presente como representante del Municipio, recibiera los reclamos y acordara una nueva reunión para el día miércoles a las 12 con el responsable de la Secretaria de Asuntos Docentes, el presidente del Consejo Escolar y representantes del Municipio de Quilmes.
Para Bogado, se trató de “una situación muy triste, consecuencia del ajuste provincial que pesa también sobre la educación. A través de la municipalización, la provincia se desliga de la responsabilidad de las escuelas y los municipios no tienen presupuesto. Esto es parte del resultado: el recorte que sufrió el FUDI gas, un fondo complementario al compensador, administrado por los Consejos y destinado a la refacción, reemplazo y puesta a punto de calderas, cocinas y estufas que dejó de percibirse en 2017, y lógicamente también la desintegración de la Unidad Ejecutora Provincial, organismo de obra e infraestructura que ya no existe”.