MÁS DE 400 VECINOS DE QUILMES ORGANIZADOS CONTRA EL PACO Y LA INSEGURIDAD

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En Argentina, la edad de inicio de consumo de drogas viene descendiendo de forma preocupante. Fuentes de la Secretaría de Programación de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) indican que ya hay menores que arrancan con su adicción a la pasta de cocaína (paco) entre los 10 y los 11 años.

Estudios realizados por la Sedronar indican que «cuanto mayor es la red de contención que tienen los chicos entre los 10 y los 15 años, si su familia sabe dónde anda, quiénes son sus amigos y cuáles son sus movimientos, menos probabilidad de consumo tiene el menor». ¿Qué pasa entonces con jóvenes que no tienen una red de contención familiar y se suma la situación de calle?

 

«DAR BATALLA»

Por su parte, recientemente el procurador general de la  Suprema Corte de la Provincia, afín al gobierno de María Eugenia Vidal, Julio Conte Grand, reconoció el incremento notorio del comercio de drogas ilícitas en el territorio de la provincia de Buenos Aires: «Si no damos la batalla contra la droga ahora, no tenemos viabilidad», alertó.

 

El funcionario se propuso este año hacer foco en la venta de estupefacientes por su convencimiento de que «detrás de cada delito está la droga. Por eso nuestro objetivo es la persecución del narcodelito», dijo y aseguró que acompañarán a la gestión de la gobernadora María Eugenia Vidal «que está luchando contra el narcotráfico».

 

Una postura que lejos está de reflejar el abordaje complejo y completo que la problemática necesita. ¿Qué pasa mientras tanto con todos esos jóvenes víctimas del consumo?

Por detrás del consumo existe un entramado complejo de problemáticas sociales que exigen que exista contención por parte del Estado. Desbaratar bandas de narcotráfico es uno de los últimos eslabones de esta cadena donde parecen fallar todos los demás.

 

QUILMES

En el país, y especialmente en la Provincia de Buenos Aires, los robos y especialmente los femicidios aumentaron considerablemente, muchas veces alentados por el consumo o comercio de estupefacientes. Según las proyecciones estadísticas que presentó Conte Grand, los femicidios aumentaron en torno al 1200 por ciento en 2016.

Quilmes tiene más de 100 villas y asentamientos, según el Registro Público Provincial creado a través de la Ley de Hábitat. En el barrio Los Eucaliptus, ubicado en la zona comprendida entre Dardo Rocha y Avenida La Plata, se conformó un grupo de alrededor de 400 vecinos que se reúnen desde el año 2001 para reclamar a la Municipalidad debido a los crecientes casos de inseguridad en el barrio y en la villa lindera, y al fuerte incremento del consumo de paco en menores. «Ahora hemos unificado fuerzas junto a vecinos de la villa que también quieren vivir tranquilos», cuenta Victoria, vecina del barrio. En este marco han realizado reuniones, cortes de calle y movilizaciones para hacerse oír.

En enero último se reunieron con el Secretario de Seguridad del Municipio, Matías Zarco y jefes de la policía, donde les informaron sobre la creciente venta de drogas, especialmente paco y entregaron un petitorio solicitando que se descentralice el barrio, que se abran las calles y entren las ambulancias y patrulleros. «A la semana desde la Municipalidad nos dijeron que no se podía hacer nada», señala Victoria. Sólo decidieron ubicar dos móviles policiales, uno permanente sobre Lamadrid y otro sobre Avenida La Plata, “pero no hacen nada”.

 

A principios de marzo, a raíz de las reuniones y una recolección de firmas presentadas en el juzgado de Quilmes, los vecinos volvieron a reunirse con el Secretario de Seguridad municipal, entregándole información específica de una banda narcotraficante que estaba dentro del barrio. A los pocos días, efectivos policiales realizaron un operativo donde se logró capturar a sus integrantes, cinco hombres y dos mujeres.  Además secuestraron más de 7 mil dosis de pasta base y más de 100 mil pesos, armas de fuego y municiones. «Igualmente hay otras bandas que siguen trabajando ahí dentro y no tenemos respuestas del municipio».

 

CONCEJO VECINAL

A raíz de la falta de una respuesta global a la problemática, la agrupación de vecinos de Los Eucaliptus, están impulsando un proyecto para que la Provincia apruebe una serie de medidas en torno a la inseguridad. En principio un concejo vecinal como los que ya funcionan en otros distritos. “Es algo que habíamos pedido en 2012 sin mayor éxito y ahora lo queremos activar con Martiniano Molina”.  De este modo, dirigieron el petitorio hacia la gobernadora María Eugenia Vidal, el Ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo y el Secretario de Seguridad quilmeño, Matías Zarco. “La inseguridad no es una problemática policial sino comunitaria”, dice Victoria. El concejo funcionaría a través de un plan de prevención integral en una acción coordinada entre agentes del estado, ciudadanos y poderes. Además el petitorio solicita otras “medidas urgentes para la seguridad pública y comunitaria” entre las que se destacan un sistema “SIM” donde quedarían registrados quienes cuenten con un antecedente delictivo y serían inscriptos como contravención “aunque sean menores de edad y que ello conlleve como pena la quita de todo subsidio estatal”.

«Queremos trabajar comunitariamente con el municipio. Para que también nos digan en qué se invierten las cosas y poder mejorar nuestro barrio.”

SIN ESPACIO

Los chicos del barrio toman la copa de leche organizada por vecinos en la calle todos los sábados porque la Iglesia Católica ni la Iglesia evangélica ni el Centro Cultural municipal Mercedes Sosa se niegan a cederles un espacio.

LA RAÍZ

Pero los vecinos de Los Eucaliptus saben que la inseguridad y el consumo de paco no son hechos aislados que se producen mágicamente.  La ausencia del Estado combinada con el abandono familiar, situación de calle y falta de escolarización hacen un combo explosivo en la compleja trama social detrás de la adicción en menores.

«Tenemos otros planes, como lograr que el Estado se haga cargo de todos esos nenes, muchos menores, que están incursionando en la droga y tienen a sus padres presos. No hay asistentes sociales de la Municipalidad que vengan. Queremos que se hagan cargo y nos acompañen a ayudar a esos chicos», asegura Victoria. «Necesitamos la ayuda de la Municipalidad en la contención porque están perdidos».

Si bien desde la Municipalidad han hecho reuniones con vecinos a principios de 2016, desde los diferentes distritos los vecinos opinan que «las respuestas fueron iguales» y que «en todos lados hay delitos continuos.»

El Director General del Centro de Tratamiento en Adicciones de Quilmes, Licenciado Gustavo Jamardo, señala que hay “muchos factores que hacen que los chicos caigan en la adicción” a la cual considera una enfermedad. “Muchas veces la adicción queda estigmatizada en relación a chicos de bajos recursos, o de zonas más carenciadas, pero es una problemática que nos atraviesa a todos por igual. Algunos consumen unas drogas más caras, otros drogas más baratas, pero la adicción es la misma.” Sobre la función del Estado, Jamardo pone el acento en la prevención: “Si se trabaja en prevención desde edad temprana, vamos a evitar que los chicos caigan en el consumo de sustancias. La forma de que no haya narcotráfico, es que no haya demanda.”