La estrategia de retirada de Martiniano: corte de boleta y un bloque legislativo de resistencia

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Luego de la derrota en las urnas, el intendente de Quilmes, Martiniano Molina, ya prepara una nueva estrategia electoral. Pasar a la oposición después de octubre y consolidar un bloque amplio en el Concejo Deliberante que le permita mantenerse en la escena de poder.

Por Pablo Lapuente

Quienes diseñan la política electoral del Intendente de Quilmes, Martiniano Molina, y varios  de sus principales funcionarios reconocieron un vuelco en la estrategia de cara a octubre. No es para menos, es que la derrota de Juntos por el Cambio frente al kirchnerismo por más de 20 puntos en las primarias les sabe irremediable.

“Es verdaderamente muy difícil que podamos revertir el resultado del 11 de agosto”, reconocieron distintas fuentes cercanas al jefe comunal de Juntos por el Cambio, mientras que una de ellas decidió ser un poco más cautelosa: “La única forma de dar vuelta un resultado tan contundente es con política y eso no se logra ni con asfalto ni con marketing y este espacio demostró que dejó de lado la política hace tiempo”.

Es por eso que los pasos que dará Martiniano de acá a los comicios generales del 27 de octubre tendrán una nueva impronta: por un lado, subirse al corte de boleta que militan en varios distritos como Lanús o La Plata para emparejar lo más posible, y por el otro, consolidar un espacio opositor amplio en el Concejo Deliberante. “Vamos a dar pelea hasta último momento, pero también somos realistas”, se comenta en los pasillos del segundo piso de la Municipalidad.

En esta sintonía están varios de sus principales soldados, que ya piensan en una transición ordenadacon el eventual nuevo Gobierno. Y si bien el posible Gabinete de Mayra apenas está en proceso de un hermético borrador, en la Municipalidad ya dieron las primeras señales de que dejarán las líneas abiertas para respetar a quienes les toque conducir las áreas de gestión.

En este sentido, si bien el intendente cree que en estos dos meses podrá sumar un buen porcentaje de votos, no serán suficientes para ganarle a su principal competidora, la candidata del kirchnerismo, Mayra Mendoza, que en los últimos comicios logró capitalizar  una interna que obtuvo 179.616 votos, frente al macrismo que apenas alcanzó 101.982  voluntades.

Incluso, la amplitud con la que leyeron los resultados empujó a uno de los más importantes funcionarios a poner a disposición su cargo la misma noche de la derrota electoral. ¿La idea? Sumar a otros espacios para dar la última batalla. La iniciativa fue rechazada de plano por Martiniano y se procedió a la operación retirada que se relató más arriba. 

El tema ya está instalado en varios de los que transitan diariamente por Alberdi al 500. La claridad con la que lo pronuncian se debe a que están convencidos que dejarán una ciudad mucho mejor de la que recibieron de su antecesor, Francisco “Barba” Gutiérrez, pero que será inevitable el arrastre negativo del presidente de la Nación, Mauricio Macri, y sus políticas de ajuste.

“Aún perdiendo Martiniano hará una elección histórica en la ciudad. Mucha gente lo quiere, lo valora y sin dudas tendrá un caudal de votos más que interesante”, aseguran.

Aunque nadie sabe a ciencia cierta el volumen del caudal político que Martiniano aportará a Juntos por el Cambio el año que viene, en el ámbito local se animan a afirmar que se quedarán con un bloque de 10 concejales, número nada despreciable si se tiene en cuenta que el peronismo en su conjunto podría quedar conformado con uno de 14.

Este panorama sin dudas obligará a varios de los integrantes del Gabinete quilmeño a replantearse si seguirán bajo la conducción del intendente o buscarán nuevos caminos.  En principio la respuesta a esta incertidumbre tiene matices entre los consultados. Unos evalúan volver al ámbito privado, mientras que otros buscarán un rol opositor si finalmente las urnas así lo deciden.