Gobernar acompañados por el sistema universitario

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Por Mario Lozano. Docente e investigador UNQ – Candidato a concejal por Todos

El gran desafío de Mayra Mendoza, si es elegida como nueva intendenta de Quilmes, y de tod@s quienes la acompañamos, es realizar el mejor gobierno municipal desde el retorno de la democracia. Para ello es necesario aprender a escuchar activamente, en primer lugar, a los destinatarios de las políticas públicas, y en segundo lugar a aquellos actores, individuos o instituciones, que pueden aportar experiencia y conocimiento para la resolución de los importantes y complejos problemas que se encontrará la nueva gestión del distrito.

Los dos foros de gestión participativa que el espacio local del Frente de Tod@s realizó en los últimos meses en el predio de la UNQ, tienen que ver con empezar a garantizar la escucha a los destinatarios de las políticas públicas. De esos foros hemos rescatado diagnósticos y enfoques generales de posibles soluciones y acciones. Para responder a estas necesidades y llevar adelante políticas adecuadas, se requiere decisión política y una multiplicidad de capacidades. La asociación de la gestión municipal con el sistema universitario, y particularmente con la universidad pública local, seguramente redundará en beneficios sociales más inmediatos. En ese sentido, es necesario modificar la relación interinstitucional Municipio-Universidad. Romper con la historia de desencuentros y escasos caminos recorridos.

Desde la UNQ, me tocó, ser testigo y actor de muchos de los últimos años en la relación con el municipio. Durante el gobierno de Villordo, no hubo una comprensión de las áreas en las que podíamos colaborar y, más allá de algunas reuniones de trabajo, la relación fue casi nula. En el gobierno de Gutierrez, desarrollamos algunos proyectos en común, sumando a la antigua colaboración que manteníamos con la Fundación de la UOM, se desarrollaron algunas prácticas educativas conjuntas y el gobierno municipal fue el principal asesor a la hora de decidir donde construir la Escuela Secundaria Técnica de la UNQ, lo que resultó un gran acierto. Más allá de ello, estuvimos lejos de tener una relación óptima. Las interacciones con la actual intendencia de Martiniano Molina, además de ser prácticamente nulas, tienen un sesgo negativo. El intendente cree en la importancia de cooperar con el sistema universitario, pero decide siempre hacerlo con las Universidades de gestión privada o con universidades de otros distritos, prácticamente nunca con la UNQ, incluso en aquellos temas, como la provisión de alimentos, en los que la Universidad local cuenta con especialistas calificados. La decisión de gobernar de espaldas a la UNQ es una de las improntas que dejará el gobierno de Molina y que el nuevo gobierno tendrá la oportunidad de cambiar.

Los proyectos que ya están en estudio, tienen que ver con educación de adultos, incluyendo un plan de alfabetización, como el que la UNQ abordó en Berazategui en la gestión de Patricio Mussi, y que no pudo realizar en Quilmes por falta de interés del intendente, con prácticas de innovación tecnológica para la pequeña y mediana industria local, con la formación de quienes se especializan en el tratamiento de víctimas de violencia de género, con la formación técnica de las cooperativas de trabajo, con las políticas de deportes sociales o con la colaboración del trabajo epidemiológico que puede realizar el laboratorio Municipal, entre otras.

Los quilmeños estamos ante una oportunidad única. Nuestra candidata, Mayra Mendoza, cuenta por primera vez en la historia del distrito, con una gran cantidad de actores en su equipo que pueden ser nexo con las diversas áreas de la UNQ y de otras universidades nacionales. Esto también se vió reflejado en los Foros de gestión participativa que mencioné más arriba. Y, si el pueblo quilmeño nos da la oportunidad, por primera vez podremos gobernar acompañados por el sistema universitario, para garantizar la implementación de políticas técnicamente adecuadas y socialmente potentes.