Felicidades: 3 años de gestión Martiniano

0
402

El año electoral está a la vuelta de la esquina, a sólo pocos días de comenzar el 2019. Mientras crece la tensión social producto del crecimiento del desempleo, inflación y pobreza, el Gobierno de Cambiemos busca contenerla con un bono de $4000 y el reforzamiento del aparato represivo. En la Municipalidad de Quilmes, a tres años de la gestión, a Martiniano Molina parece que se le pasó el arroz: decidió aumentar las tasas municipales en un 38%, luego de haber deteriorado la calidad de los servicios municipales a diferencia de distritos vecinos y de no haber hecho inversiones en las obras por las cuales la mayor parte de los vecinos habían votado un cambio. 

No le duró mucho al gobierno nacional la bocanada de estabilidad que pretendió ostentar como resultado del rol protagónico en la cumbre del G20. La tensión social, producto del desempleo, la inflación y la pobreza, crecen, y el gobierno de Cambiemos busca contenerla con un bono de $4000.

El mismo día en que Unicef publicó su informe sobre «Pobreza Monetaria y Privaciones no Monetarias en la Argentina», que reveló que el 48% de los niños vive en situación de pobreza, un operativo protagonizado por la infantería de la Policía de la Ciudad intentó impedir el acampe que pretendían realizar unos 15 mil desocupados organizados en una veintena de organizaciones sociales, en las puertas del Ministerio de Desarrollo Social. La medida se replicó en 19 provincias del país.

La disputa frente a la cartera liderada por Carolina Stanley empalmó con la resolución del Ministerio de Seguridad, liderado por Patricia Bullrich, tendiente a flexibilizar las atribuciones de los agentes policiales para el uso de armas de fuego. Una orientación de reforzamiento del aparato represivo que el gobierno apuesta a capitalizar en el plano electoral pero que no alcanza para ocultar la profundidad de la crisis social.

DESDOBLAMIENTO

Tanto desde el gobierno nacional como provincial admitieron que la posibilidad de desdoblar las elecciones bonaerenses estaba en estudio y se decidiría en febrero qué resolución se tomará. En el entorno de Vidal lo ven como una posibilidad de la gobernadora de hacer valer su buena imagen y despegarse de Macri, que tira su intención de voto para abajo. En tanto, en el comando de la campaña nacional de Cambiemos imaginan que un triunfo previo en la provincia de Buenos Aires podría servir para generar ondas expansivas favorables al macrismo en la elección para presidente, que aparece muy complicada. No deja de ser una jugada riesgosa, porque privaría a Cambiemos de su figura más taquillera para la contienda de octubre.

El presidente del PJ Bonaerense e intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, calificó esta semana de “miserable” un posible desdoblamiento de las elecciones en la provincia de Buenos Aires que estudia el oficialismo y sostuvo que, de concretarse, sería con el único fin de perjudicar las posibilidades de la ex presidenta Cristina Kirchner. “Hay problemas infinitamente más acuciantes que ponerse a pensar en una alquimia electoral”, criticó Menéndez.

ARROZ PASADO

En Quilmes, a Martiniano Molina no le alcanzaron sus tres primeros años de gestión para responder a las principales problemáticas del distrito, pero ya está pensando en su reelección. El pasado viernes el Concejo Deliberante aprobó el aumento de tasas municipales para los vecinos quilmeños en un 38%, que podría llegar a 43%, si Molina decide hacerlo, teniendo en cuenta una inflación creciente. Aumentan las tasas, pero en tres años hubo una baja en la calidad de los servicios municipales: a diferencia de distritos vecinos, Quilmes es una ciudad más sucia, más endeudada, más vacía de políticas municipales y más destruida.

El diálogo tampoco fue el fuerte del Gobierno de Martiniano Molina. Durante la primer semana de diciembre se conoció que el Frente de Gremios Estatales de la Educación se retiró de la Comisión “Primero las Escuelas”, que se había conformado para resolver las graves cuestiones edilicias y alimentarias en los establecimientos educativos del distrito. Si bien el trabajo de la Comisión logró que se avance con algunas refacciones urgentes en escuelas suspendidas por pérdidas de gas, electrificación, sin agua o con derrumbes, desde la Comisión aseguraron que se retocedió en el Servicio Alimentario Escolar, a cargo de la Municipalidad desde principios de este año. El hambre creció, y la cantidad de chicos que necesitan un plato de comida también, por lo que desde el Frente plantearon un aumento del 30% en cupos de comedor. “No tuvimos respuesta. Nos enteramos que el 65% de la distribución de alimentos en Quilmes está en manos de una misma empresa que tiene varias firmas. Que han eliminado a los proveedores locales. Y que no se podía mover a ningún proveedor. Que tenían el dinero para lo que le estábamos exigiendo, con un fondo particular de la provincia de Buenos Aires para la resolución de los problemas del SAE. Pasaron tres meses. Nos quedó claro que no existe voluntad política del gobierno municipal, encarnado por la figura de su Secretaria del SAE, Viviana Wilchez, de resolver los problemas alimentarios de nuestros niños”, expresaron desde el Frente compuesto por ATE, SUTEBA, UDEQ FEB y UDOCBA.

En tres años, Molina tampoco respetó el cumplimiento de la ordenanza que obliga a la Municipalidad a que funcione el Consejo Municipal de Tierras. La ordenanza contempla un presupuesto propio destinado al mejoramiento de los barrios populares del distrito, lo cual significaría también más trabajo en tareas de obras y servicios públicos.  El pasado miércoles 5, referentes de distintos movimientos sociales se reunieron con un grupo de concejales para avanzar en una reformulación de la ordenanza para que vuelva a funcionar el Consejo.

Mariano Camaño, concejal de la UCR y miembro de Cambiemos, expresó a CPB Noticias que “se hizo una gestión con distintos altibajos. Fue un distrito con mucha obra pública, lo cual fue beneficioso para los vecinos” pero que “después se cayó en una meseta donde lo que más faltó fue política para potenciar esas obras que vinieron del Gobierno nacional y provincial.” Por otro lado dijo que “el Intendente últimamente está tratando de rellenar el espacio político que estuvo ausente en gran parte de la gestión”.

Eva Stoltzing, concejala de Unidad Ciudadana Quilmes, dijo que la gestión de Molina es “un Gobierno que no sabe qué hacer. El primer año de Molina, la gestión terminaba en Camino General Belgrano, el segundo terminaba en Calchaquí, y el tercero terminó en Avenida La Plata con suerte para algunos barrios, o en las vías de Quilmes para otros barrios. Es un Gobierno que se fue achicando cada vez más, que no resolvió los problemas de los quilmeños, que no sabe qué hacer con la basura.”

Por su parte, el concejal por Unidad Ciudadana Quilmes, Diego Méndez, expresó que “la gente quería un cambio en Quilmes, pero la gestión de Molina lamentablemente nada tuvo que ver con sus promesas de campaña. Sólo logró hacer obras de asfalto y arterias principales con recursos nacionales y provinciales que, si bien eran necesarias, no tenían que ver con la urgencia del municipio.” Además resaltó que “en los barrios periféricos, donde más se necesita, no llega el alumbrado, el barrido y la limpieza”, al mismo tiempo que destacó “el incumplimiento del Servicio Alimentario Escolar en relación al cupo que las escuelas necesitan” y la ausencia del Defensor del Pueblo, “figura fundamental para los vecinos para hacer contrapeso a las decisiones de aumentos en las tarifas de los servicios públicos”.


“Molina, sobre todo en sus discursos de inicio de sesiones, se llenó la boca hablando de promesas que harían mejorar la calidad de los quilmeños y quilmeñas, y eso no fue así, especialmente en el caso de las mujeres. Prometió la declaración de la emergencia en violencia de género y la creación de un refugio para víctimas, y si bien la declaración fue aprobada, la emergencia no fue implementada. Tampoco vemos un solo ladrillo puesto para la obra del refugio”, expresó la concejala por Unidad Ciudadana Quilmes, Eva Mieri. “Las áreas más sensibles como desarrollo social y salud fueron vetadas en los últimos presupuestos y hubo una sub ejecución en distintas áreas en viviendas sociales. Molina no escucha las demandas de los vecinos”, sentenció.

Consultado sobre su balance de la gestión de Molina, el concejal de Cambiemos Guillermo Galetto, expresó que “Quilmes estaba atrasado en obra pública” y que “tuvo poco y nada de obra en 20 años”. Señaló que “tenía sus avenidas destruidas y que tiene problemas serios con las inundaciones. Por eso las 3 obras hídricas que son villa Luján Villa Alcira y La Ribera son las primeras.” Sobre el trato diferenciado favorable a Quilmes por parte de la gestión de Vidal, respecto a municipios vecinos como Berazategui o Avellaneda, Galetto excusó que “Quilmes es uno de los municipios con más problemas en la Provincia, hay un atraso con respecto al resto de los municipios.”

“Los tres años de la gestión Molina en Quilmes fueron desastrosos para  sus vecinos”, indicó el concejal por Unidad Ciudadana Quilmes, Fabio Báez y agregó: “No solo  incumplió con las promesas de campaña sino que además no resolvió ni las mínimas tareas de gestión  como la recolección de la basura domiciliaria logrando que el partido de  Quilmes sea el municipio más sucio de la provincia de buenos aires.” Además, el concejal expresó que Molina “sólo procuró la concreción de  grandes obras públicas con la asistencia del gobierno nacional  que, como el Metrobus sobre la Avenida Calchaquí, no le cambian la vida a nadie, sin haber hecho ni una cuadra de asfalto en las calles de tierra de los barrios más carenciados. Con la misma insensibilidad que Macri y Vidal, Molina sólo gobierna para los vecinos de los barrios más acomodados de nuestra querida ciudad.”

Por Lucía Cueto