Por Magalí Milazzo
Con el primer frio de la temporada se apuran las denuncias por falta de gas en las escuelas. Hay 18 establecimientoss que no terminaron las obras y en otras no tienen habilitación de Metrogas. Mientras tanto, los chicos y chicas deben soportar el frio como pueden.
Las primeras marcas de temperatura de un dígito que se dieron esta semana sumaron voces de reclamo por falta de suministro de gas en muchas escuelas del distrito. La historia no es nueva ni es patrimonio quilmeño: la muerte de Sandra Calamano y Rubén Rodriguez por la explosión provocada por un escape de gas en la escuela Escuela N°49 de Moreno en agosto del año pasado puso en primera plana lo que ya se sabía, que la subejecución del presupuesto educativo impacta directamente en el mantenimiento de las escuelas y que el resultado puede ser fatal.
A partir de allí se sucedieron las denuncias por pérdidas de gas que encontraron como respuesta en muchos casos, el corte preventivo del suministro. Allí donde los problemas no han sido resueltos, las escuelas continúan aún sin servicio.
En la escuela 79 se localizó una pérdida en la parte externa de la instalación por lo que Metrogas cortó el gas. El comedor se limita hoy al reparto de sanguchitos porque los proveedores no elaboran comida. “Se ahorran lo que deberían traer para preparar la comida diaria. Y tratándose de una comunidad de alta vulnerabilidad, ese plato caliente es en muchos casos el único del día para nuestros pibes”, señala Laura Leonardi, Vicedirectora y Delegada de la escuela por SUTEBA. Hoy, la perdida está solucionada pero falta la inspección de Metrogas.
La escuela especial 504 de Solano tampoco tiene gas. Desde febrero la escuela está en obra que aún no culmina. Las aulas no tienen cómo calefaccionarse y aunque en la cocina sí hay, Claudia Galarza, cocinera de ese establecimiento educativo refiere que a éste problema se suma a la presencia de roedores y la falta de elementos de higiene indispensables.
La historia se repite en la escuela nº 14, ex Nacional, donde hace un año le suspendieron el suministro y le retiraron los medidores por una pérdida que no se ha localizado. Desde entonces y pese a los múltiples reclamos de sus autoridades, el problema persiste. Mientras tanto el frio de la semana que pasó hacía muy difícil las horas de estudio sin calefacción y el paisaje escolar se poblaba de niñxs envueltos en mantas. También tiene inhabilitados 4 de sus 6 baños y el corte de energía eléctrica en el sector de biblioteca.
Un reciente relevamiento realizado por SUTEBA indica que hay unas 18 escuelas sin suministro en el distrito. Algunas de ellas se encuentran en obra más o menos avanzada. Hay otras donde las obras no han comenzado y en el peor de los casos, la respuesta es el abandono. “No pasar frio no puede ser un privilegio”, se indigna una madre en la puerta de la escuela especial 505 que se suma a la lista.
