Día del Respeto a la Diversidad Cultural

0
368

Desde el año 2010, por decreto de Cristina Fernández de Kirchner, el 12 de octubre en nuestro país se celebra el Dia del Respeto a la Diversidad Cultural

Por Danila Imbrogno

El 12 de Octubre, tradicionalmente Día de la Raza en Argentina, representaba el momento histórico en que Europa Occidental, cristalizado en la figura del navegante Cristóbal Colón y sus tres carabelas, pisó en 1492 tierra firme por primera vez en el continente americano y lo «descubrió».   

Ese día América descubrió al capitalismo: la división internacional del trabajo, unos países especializados en ganar y otros en perder. Generar el servicio para las necesidades ajenas, petróleo y hierro, el cobre y la carne, las materias primas destino de los países que ganan consumiéndolos, más que lo que América Latina gana produciéndolos. La “colonización” dejó a su paso saqueo, esclavitud y el mayor genocidio de la historia: noventa millones de indígenas exterminados y con ellos su lenguaje, su historia, su cultura e idiosincrasia.

Argentina vanaglorió al “gran conquistador” con la construcción de una estatua en Bernal, localidad de Quilmes. Agustín Pedemonte, burgués marítimo de la época, adquirió en el año 1886, una importante fracción de tierra en Bernal, con el fin de obtener una residencia de veraneo, sobre la actual avenida San Martín, a la que llamo «La Polcévera«. A éste peculiar señor, se le ocurrió homenajear a Cristóbal Colón, y construir una escultura del genovés para colocarlo en su jardín. En el acto inaugural, 8 de diciembre de 1889, del primer monumento que se levantó en la Argentina de Cristóbal Colón, Pedemonte pronunció un discurso que destacó las virtudes y el valor del descubridor de América. El acontecimiento congregó a más de dos mil personas en un Bernal que solo tenía menos de cien casas. Siglos más tarde, el monumento sufrió todo tipo de vejaciones, destrozos y pintadas al grito de «asesino». La estatua hoy retirada de su lugar de origen y colocada en el Museo Almirante Brown en Bernal.

Joaquín Torres García, “América invertida”, 1943

En Argentina en 2005 se aprueba el Decreto Nacional 1086/2005 en donde se propone transformar el 12 de octubre, mal llamado Día de la Raza, un día de reflexión histórica y diálogo intercultural. En el año 2010, en ejercicio de la segunda presidencia de Cristina Fernandez de Kirchner, por la solicitud de Pueblos Indígenas de Argentina, firma el Decreto Presidencial 1584/2010 donde se cambia la denominación por Día del Respeto a la Diversidad Cultural. Esta fecha tiene la intención de llamar a reflexión y que los espacios sean encaminados a un diálogo intercultural que promueva los derechos humanos de la diversidad. 

En junio de 2013, en ejercicio de la segunda presidencia de la Dra. Cristina Fernández de Kirchner, el diario La Nación publicó una nota desarrollando como se desmontó el monumento a Cristóbal Colón ubicado detrás de Casa Rosada. El posible traslado de la estatua a Mar del Plata y su reemplazo por una de Juana Azurduy, mujer que representa la lucha en armas de la población indígena y mestiza-alto peruana contra los realistas que el gobierno boliviano obsequió a la Argentina, causó, en su momento, un duro enfrentamiento entre el Gobierno nacional y el Gobierno porteño.  

Actualmente, en el Gobierno de Mauricio Macri, la estatua de Juana Azurduy se encuentra colocada frente al Centro Cultural Kirchner, los migrantes e indígenas de nuestro país marginados y vulnerados, colocados fuera de los ejercicios de derecho.

En palabras de Eduardo Galeano, “en 1492, los nativos descubrieron que eran indios, descubrieron que vivían en América, descubrieron que estaban desnudos, descubrieron que existía el pecado, descubrieron que debían obediencia a un rey y a una reina de otro mundo y a un dios de otro cielo, y que ese dios había inventado la culpa y el vestido y había mandado que fuera quemado vivo quien adorara al sol y a la luna y a la tierra y a la lluvia que la moja.”

Auguramos llegue el día donde la culpa no sea nuestra madre, donde las diferencias sean celebradas y exaltadas, donde el concepto de “otro” solo sea un mero recurso discursivo de la enunciación del nombrar, en pocas palabras, a mi compañero, a mi coterráneo, a mi familia.