Con la comida de los pibes y las pibas, no

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La municipalización del Servicio Alimentario Escolar fue ordenada por la gobernadora M. E. Vidal y el objetivo fue desplazar de los controles a los órganos locales, por una institución nacional, en éste caso, la Universidad Nacional de La Plata. Esta institución debía encargarse que se cumpla con los postulados que contempla el programa de alimentación escolar. Sin embargo, el servicio cada vez es peor y cada día aumenta el número de niñes que concurren a los comedores escolares. Hoy en día, las raciones no alcanzan y los productos son de mala calidad. Detrás de la comida de les pibes, los negocios funcionan bien.

“El objetivo general del programa es garantizar el derecho a la alimentación, mejorando la aptitud para el aprendizaje y las condiciones de salud de la población escolar de la provincia de Buenos Aires, promoviendo una cobertura nutricional igualitaria y equitativa para todos los niños, focalizándose en los más vulnerables”, expresa en sus fundamentos el Programa de Servicio Alimetario Escolar (SAE). Sin embargo, de marzo de 2018 a esta parte, los hechos van a contramano de la prédica.

“La Municipalidad de Quilmes asumió el control del programa que llega a 280 establecimientos educativos en el distrito. Así, se cumple con un mandato dispuesto por la gobernadora María Eugenia Vidal para toda la Provincia. Por primera vez a nivel comunal, una universidad verificará parte del proceso que busca mejorar en forma notable los parámetros de nutrición que cada día reciben los alumnos”. Esta frase puede leerse en la página del gobierno municipal. (quilmes.gov.ar). Allí explica que la Universidad Nacional de La Plata en Cs. Económicas, será quien supervise la implementación del SAE. Sin embargo, la participación en el control por parte de la UNLP no se cumple, aunque sí funcionó en el primer semestre del 2018. Al día de la fecha, los controles no existen en muchas escuelas del distrito.

En marzo de 2018, mediante decreto 2077/2016 firmado por el intendente Martiniano Molina, se habilitó el traspaso del Servicio Alimentario Escolar (SAE) de la órbita provincial a la municipal ¿Qué significó esto? Que ahora el gobierno municipal era quien debía encargarse de la distribución de raciones para los desayunos, almuerzos y meriendas de los niños y niñas que concurren a las escuelas públicas del distrito. Son 86.000 niñes que registró en su momento el Consejo Escolar para contemplar la realidad quilmeña. Pero esa cifra aumentó, debido a la situación económica y laboral de muchas familias. En 2018 el municipio contaba con 1.600.000 pesos por día para cubrir las 86 mil viandas. Pero la rendición de cuentas dejó en evidencia que sólo gastaron el 24% de lo presupuestado, por ejemplo, en el primer semestre de 2018. Período de mejor funcionamiento del programa. A partir del segundo semestre, comenzó a decaer el servicio.

Una realidad cada vez más compleja

 A la pérdida del empleo de miles de personas, se suma el aumento de los precios de los alimentos de 2018 a esta parte. Una devaluación del 100% de la moneda frente al dólar duplicó el precio de la comida. Por ejemplo, un litro de leche en marzo e 2018 estaba $ 22 y hoy cuesta $ 45. Entonces, el problema es doble: mayor cantidad de cupos para pibes y pibas y valores más altos de los alimentos. Con lo cual, el problema es que con menos plata hay que alimentar a más niñes.

Pero eso no es todo el problema, porque la situación se agrava si te das cuenta que las empresas que brindan el servicio (SAE) pertenecen a un grupo empresario y ese grupo empresario tiene litigios judiciales en Morón, por una mala prestación en el servicio. Y ese grupo, tiene vínculos con el ex marido y actual intendente de Morón, Ramiro Tagliferro, la cosa se empieza a convertir en otra “cosa”. “Por medio de una licitación, el Intendente Molina otorgó a 5 empresas la distribución del Servicio. Ninguna de esas empresas tiene domicilio fiscal en Quilmes. Dos de ellas (Blue Catering y Teylem ) pertenecen al «Grupo L» y les fueron adjudicados casi 240 millones de pesos en 11 de las 17 zonas en las que está divido el distrito”, dice Gustavo Lappano, delegado gremial de Suteba. Blue Catering y Teylem operan en Morón y en más  de 15 municipios.

Una acusación similar tuvo el Grupo L en Morón, donde el periodista Damián Belastegui, publicó un informe donde constata que tres empresas del grupo accedieron a la concesión del servicio mediante una maniobra que evidenció una situación irregular. Esto se dio porque la ordenanza de Morón establece que las licitaciones públicas se dan si se superan 1.7 millones de pesos. Entonces, la administración de Tagliaferro dividió en tres partes, un monto de 4 millones asignados al SAE que fueron a parar a manos de las empresas del Grupo L.

“El estado destina hoy $15,27 para el desayuno/ merienda y $24,28 para el almuerzo y la merienda reforzada de las escuelas secundarias. En Quilmes detectamos que las empresas no tienen los transportes adecuados para la distribución de alimentos como camiones refrigerados para transportar lácteos o carne”, explica Lappano. Esta situación que describíamos al principio, donde aumentó la cantidad de chicos y chicas que asisten a los comedores escolares y el aumento de los alimentos, no tiene otro resultado que el faltante de viandas y una baja en la calidad de los alimentos.

Además, agrega Lappano que “el proveedor debe dejar los alimentos a las siete de la mañana para que el desayuno esté listo entre las 8 y las 9, pero como tiene asignadas varias escuelas, llegan temprano a dos o tres establecimientos y al resto llegan hasta las 10:30 de la mañana, lo que hace imposible que el almuerzo en esos caso esté preparado a las 12hs”. También contaron que dejan el pan para el lunes, el viernes anterior. Pero no termina ahí, porque “en algunos casos, entregan mercadería en mal estado, como carne en estado de putrefacción o sachet de yogurt con la fecha de vencimiento alterada o borrada”, dice el delegado gremial de Suteba.

Por ejemplo, una directora de Quilmes oeste (la cual resguardamos su identidad por posibles represalias), dialogó con CPB y expresó que el año pasado, en el inicio de la nueva “municipalización” del SAE, el servicio fue bueno. Eran productos de buena calidad y hasta, alguna vez sobraban raciones. En cambio, ahora es de mala calidad (por ejemplo, el yogurt, galletitas, cereales) y no alcanza para todes.

Y todo eso por 5 pesos

La municipalización del SAE trajo consecuencias aparejadas a la situación económica y social que vive la ciudad. Las empresas del Grupo L crecen mediante las indicaciones que le da la gobernadora María Eugenia Vidal a los intendentes de la provincia. En el caso de Quilmes, donde Martiniano Molina es un aliado fundamental para Cambiemos, avanzaron sobre el SAE y le otorgaron al Grupo L 11 de las 17 zonas para brindar el servicio. Un monto de 240 millones de pesos para las empresas pertenecientes a la familia Lusardi. Antes de la “municipalizción” el servicio era brindado por empresas locales y controladas por los Consejos Escolares, con representación plural. Hoy cumple esa tarea la UNLP.

El Grupo L tiene radicación en CABA, por ende, tributa en CABA. Algo elemental, como la comida para los pibes y pibas del distrito debería contemplarse a las empresas locales, para que la plata de la comuna se quede en la comuna. Desde la oposición al gobierno de Cambiemos expresan, como un latiguillo, que en cada proyecto del gobierno, hay un negocio. Cada cual sacará sus conclusiones.