Clausura, protesta y polémica

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Municipio Corrupto, queremos trabajar fue la consiga de dueños y empleados del restobar Buró, del centro quilmeño. El pasado miércoles cortaron la calle Alem para manifestarse en forma pacífica frente a su lugar de trabajo.

Por Magalí Milazzo

Guillermo Kentros, ingeniero de obras particulares que responde al área de Fiscalización y Control comunal del Municipio, se había presentado horas antes y realizado una inspección integral.

La empresa difundió en redes un video subtitulado en el que podía verse a Kentros caminar por el local hablando por celular e informar a sus superiores que no existían motivos para la inmediata clausura. “El plano está en un 90 porciento bien y no hay motivo para una clausura ahora”, decía visiblemente ofuscado. Sin embargo, el material fue retirado de circulación el día martes pasado sin mediar explicaciones.

Empleados y responsables denunciaban haber sido clausurados de forma arbitraria por Guillermo Kentros, quien volvió a presentarse durante la medida de fuerza  para colocar las fajas de clausura y debió retirarse en medio de abucheos e insultos a la intendencia.

Guillermo Panebianco,  responsable del local, señaló que “se trata de una medida arbitraria, consecuencia de la corrupción y los malos manejos del municipio. Vinieron con la clausura escrita. No importaba el resultado de la inspección”.

El operativo responde al Dr. Ignacio Chiodo,  jefe del  área mencionada.  Frente al reclamo que telefónicamente le hiciera Panebianco,  su respuesta derivó en la mención del accidente ocurrido la semana anterior donde un automóvil embistió a un camión mal estacionado sobre Av. Centenario. En el choque fallecieron tres jóvenes, una de ellas menor de edad. Según trascendió en los medios,  los jóvenes habrían estado consumiendo alcohol en el local.

En breve conversación con este medio, Yasmín Panebianco, hija del responsable y empleada  de la firma  desestima el hecho. “Todo el mundo sabe que en éste local no entran menores, lo que pasa es que nosotros no pagamos coimas”. Debieron pedir la cámara de seguridad para demostrar el hecho aunque por otra parte, la clausura no hace  referencia escrita más que a irregularidades en matafuegos y señalización de salidas de emergencia o documentación desactualizada.