La señora se aloja en un edificio cercano a Quilmes centro y parece pérdida repentinamente de memoria. Durante la cuarentena se aisló en su habitación y comenzó a recibir la ayuda de sus vecinos y vecinas que la notaron vulnerable y cansada.
A sus 80 años, Ramona necesita encontrar a sus familiares y cercanos para que le brinden compañía y recursos, dado que empezó hace casi un mes a recibir la ayuda vecinal de la zona de Gran Canaria y San Luís. Desde alimentos en estado fresco hasta elementos para la higiene precisa para su confort y cumplir el aislamiento.
Quienes la asistieron aseguraron que intentaron acudir a las autoridades policiales para buscar a sus familiares, pero se dificultó por la falla en la memoria de la señora Ramallo. Es por eso que no se logró la denuncia plena de aviso a sus cercanos.
“Está pasando la cuarentena con ayuda de los vecinos que le llevamos para que coma y tome agua, porque no tiene absolutamente nada ni luz, ni gas”, explicó su vecino Nicolás a CPB Noticias.