El pasado 29 de mayo la Fiscalía Federal de Argentina imputó al ex presidente Macri por maniobras de espionaje interno contra artistas, empresarios, dirigentes opositores a su gobierno y de los propios.
La denuncia fue efectuada por la AFI (Agencia Federal de Inteligencia) luego de hallar recopilación que puso en evidencia el manejo ilegal contra personas de imagen pública. La imputación también alcanzó al ex jefe de Gabinete de ese organismo, Darío Biorci, la ex número dos de la AFI, Silvia Majdalani y a dos agentes identificados como A y B, cuya identidades permanecen en reserva.
El titular de ACUMAR (La Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo), Martín Sabatella, presentó una denuncia en calidad de damnificado como parte de la lista de espiados de manera clandestina que hoy investiga la justicia.
“En la Argentina hubo una banda mafiosa liderada por (Mauricio) Macri”, expresó Sabatella al hacer foco de las denuncias sobre espionaje a manos del gobierno de Cambiemos. Y continuó, “son hechos que no sorprenden. Dábamos por hecho que esto estaba sucediendo y esto aumenta la gravedad, lo que es tremendo en términos institucionales y políticos”.
El funcionario explicó que se espió a su partido y sus dirigentes, que integran Nuevo Encuentro como espacio político. Y finalizó el titular de ACUMAR que durante el gobierno de Cambiemos funcionó “un trípode conformado por los grupos hegemónicos mediáticos, una parte del sistema judicial y los servicios de inteligencia”.