Cristina, Lawfare y macrismo: historia de una tragedia política con disfraz jurídico

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Por Pablo Papini

Finalmente, Cristina Fernández de Kirchner declaró en una de las tantas causas que le han inventado. Sus palabras fueron, además de una defensa judicial, una cátedra de Lawfare y también sobre la historia del macrismo. Esos tres elementos están relacionados. Es imposible pensarlos por separado. Eso sí: cabe lamentar la demora en la respuesta.

Cristina se tomó 3 horas y media para explayarse contra la acusación, justamente, porque era necesario explicar cada uno de esos fragmentos antes de vincularlos y que quedara claro el engaño al que fue sometido el pueblo argentino, que de eso se trataba. Sin Lawfare no hay macrismo, sería el resumen. Y es que si proyectos como el que está por terminar su gestión, iniciada el 10/12/2015, se sinceraran, difícilmente tendrían chances de éxito en términos electorales. La vicepresidenta electa cerró reclamando que hagan explícito el odio que tienen “por los pobres y por los negros”. Si lo hicieran, quizá ni siquiera podrían presentarse a las urnas. A cambio, se ensucia a los adversarios en los tribunales.

Se llama Lawfare a la articulación entre el Poder Judicial, los medios de comunicación, los servicios de inteligencia y los partidos políticos que expresan al poder real para correr del medio (por decirlo suave) a quienes defienden intereses populares y a sus políticas. “Había que convencer de que quienes subsidiábamos las tarifas y dábamos la AUH éramos unos chorros. Que Néstor Kirchner, que desendeudó al país y le pagó al FMI, llegó a la Presidencia sólo para robar. Había que hacer eso para traer de vuelta al Fondo”, desarrolloó CFK en un pasaje.

Esto tiene raíces históricas: cuando se construyeron los diseños institucionales que conocemos para gobernar los Estados modernos y las burguesías debieron aceptar el ingreso de las mayorías populares a las decisiones públicas, los poderes judiciales fueron diseñados deliberadamente como escudo protector de las desigualdades, para impedir impugnaciones a determinados intereses. Así, se entiende a quiénes sirven los jueces.

¿Habría llegado al gobierno Mauricio Macri si hubiese contado lo que tenía pensado hacer, y más aún, si no hubiesen existido medios de comunicación y tribunales dispuestos a difamar a sus rivales? Tras demostrar cómo el relato periodístico reemplazó a las pruebas que no existen en su contra, Cristina dijo que las preguntas tendrían que responderlas sus hoy juzgadores. Hay una deuda impagable, más pobres y más desempleados que pronto exigirán eso.