Los trabajadores y trabajadoras que paramos decimos que queremos un país donde el trabajo vuelva ser central

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Por Eva Stoltzing – Concejla de Unidad Ciudadana – Integrante del Frente Sindical UC Quilmes.

La CGT convocó a un Paro Nacional para el 29 de mayo. Al mismo, adhieren, el resto de las centrales sindicales y los movimientos sociales. Ese día vamos a escuchar a los defensores del gobierno decir que el paro es político y que no sirve para nada. 

Empecemos por el principio, la huelga es un derecho de todos los trabajadores y trabajadoras consagrado en la Constitución Nacional.  El Art. 14 bis de la misma dice: (…) “Queda garantizado a los gremios: Concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a la conciliación y al arbitraje; el derecho de huelga. “ (…)

La huelga es un derecho garantizado, precisamente, para defender derechos.  Y un paro es, esencialmente, una medida política.  La forma en la que se defienden los derechos es por medio de la política. El problema que tenemos al entrar en la discusión acerca de qué es político y qué no, radica en el desprestigio que quieren imponerle a la política.

En nuestro país ese desprestigio comenzó en la última dictadura militar con el “algo habrán hecho”. Con esa frase desaparecieron, asesinaron y reprimieron a miles de trabajadores y trabajadoras. Desde ese momento, fue peligroso meterse en política.  Después, en la década del ´90, el desprestigio pasó por la corrupción. Ahí entró todo el marco político y sindical (con algunos dirigentes que colaboraron con sus acciones) sin distinción. La política es corrupta y no sirve para nada. Pues es mentira. Todos los políticos y políticas no son iguales y la única manera de resolver las desigualdades es por medio de la política, sea ésta partidaria, sindical, social, etc. 

Argentina tiene derechos laborales inexistentes en el mundo.  En Argentina los sindicatos discuten salarios y condiciones laborales para todas las personas que trabajan en la actividad independientemente de si se encuentran afiliadas o no al sindicato. Eso no pasa en ningún otro país.  Por eso los gobiernos que defienden intereses de minoría pretenden avanzar con reformas laborales que quiten derechos, no para avanzar, sino para retroceder.

Ante un contexto económico como el actual, donde miles de trabajadores y trabajadoras tienen miedo a perder sus empleos, otros miles ya los perdieron y quienes aún lo conservan cuentan el mango para llegar a fin de mes, la huelga no solo es un derecho, es una obligación.

El paro no soluciona, porque quien soluciona un contexto de crisis que es producto de las medidas económicas adoptadas por el gobierno es el mismo gobierno. Pero el paro sirve para mostrar el descontento de los y las miles que sufren las consecuencias de un gobierno para ricos. El paro sirve para decirle a los sectores de poder que no podrán avanzar sobre los derechos de las mayorías.  El paro sirve para decir basta de ajuste y quita de derechos.  El paro sirve, claro que sirve.

Los trabajadores y trabajadoras que paramos decimos que queremos un país donde el trabajo vuelva ser central. Donde trabajar vuelva ser un derecho y no un privilegio. El paro sirve para mostrar que lo único que genera valor es el trabajo y por tanto debe ser valorado. Por eso se hace una huelga general. Porque la crisis golpea a la mayoría y la mayoría es trabajadora.