La UNQ no se toca

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En una caminata conformada por una multitud, la Universidad Nacional de Quilmes fue abrazada por la comunidad ante el peligro de desfinanciamiento que sufre, producto de las políticas de acuerdo con el FMI. Esta situación de ajuste presupuestario impacta en la falta de recursos provenientes del gobierno nacional, de quien depende el funcionamiento de la universidad. Ante esta situación, miembros de la comunidad académica resolvieron en asamblea el no inicio de clases y realizar un abrazo solidario a la institución. También en Varela (UNAJ) tuvo su abrazo. La comunidad toda acompañó el grito de las universidades.

 

 

Desde que se anunció el acuerdo con el FMI, la economía argentina comenzó a mostrar debilidades que se expresaron en la caída del consumo, el aumento de la capacidad ociosa sobre la capacidad instalada de la industria y un ajuste en el salario de los trabajadores y trabajadoras del Estado que impacta de lleno en la calidad de vida de la comunidad.

Por eso, la comunidad educativa de la Universidad Nacional de Quilmes decidió realizar un abrazo simbólico a la institución, porque existe incertidumbre en el futuro y eso sería una pérdida para la comunidad. ¿Por qué? Porque las ciudades que cuentan con instituciones educativas tienen más posibilidades de desarrollo y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. En ese sentido, la educación pública es un derecho conquistado por generaciones precedentes que habilitaron la posibilidad del acceso a la educación a millones de compatriotas, ciudadanes de Quilmes y distritos vecinos. Además, el equipo periodístico de CPB en su mayoría proviene de esta casa de altos estudios.

Otra de las medidas que impactan en la educación es el salario docente. Los gremios hace tiempo que piden la reapertura de la paritaria porque hasta el momento sólo recibieron un 5% de aumento y no hay diálogo con las autoridades del Ministerio de Educación, a cargo de Alejandro Finocchiaro. Al margen de esta situación, el recorte presupuestario comunicado por la comunidad educativa de la Universidad Nacional de Quilmes es un llamado de atención a las autoridades nacionales porque, en caso de continuar con el devenir de la economía de los últimos tiempos la situación podría empeorar mucho más. Si bien hoy no hay despidos en la planta de trabajadores docentes y personal no docente, el aumento de los servicios e insumos necesarios para el funcionamiento de la casa de altos estudios comienza a reducirse, inflación mediante. Desde la UNQ afirman que hasta diciembre el funcionamiento “normal” se puede sostener pero en 2019 no saben qué pasará.

 

Por eso el lunes 13 de agosto, fecha de inicio de clases, la comunidad educativa resolvió en asamblea que no comenzaran las clases y se realice un abrazo simbólico a la UNQ para visibilizar la situación económica antes mencionada. La jornada comenzó en la Escuela Secundaria Técnica, ubicada en Ezpeleta, la cual depende de la UNQ y por eso hicieron el mismo abrazo que horas después convocaron en Bernal.

El abrazo a la secundaria ubicada sobre Av. Francia y Dr. Kenny comenzó a las 15 y luego partieron en caravana con vehículos que atravesaron toda la ciudad. Las muestras de apoyo no se hicieron esperar y acompañaron el recorrido. El objetivo era mostrarle a la comunidad quilmeña la situación que vive una de las instituciones educativas de mayor prestigio en la ciudad.

Alejandro Villar, Rector de la UNQ expresó que “estamos preocupados por la situación actual y sobre todo por el presupuesto de año que viene”. Proveedores, becas y servicios sufren atrasos en los pagos desde febrero. Según explicó Villar “ahora  enviaron mayo y nosotros hacemos un gran esfuerzo para que se pongan al día y en base a eso, resistir hasta fin de año”. El problema económico que afronta la UNQ responde a la decisión del gobierno de la universidad de asumir el costo y sostener el funcionamiento de la institución. El problema es que los recursos propios tienden a achicarse, a medida que pasa el tiempo. Sin los recursos de Nación, la universidad tiene los días contados.

Alejandro Villar junto a Mayra Mendoza. Dip. Nac. FPV-PJ

En la actualidad concurren de manera presencial 11 mil estudiantes y hay otros 11 mil que cursan materias virtuales. Además, tiene una planta docente de 900 personas y 400 empleados de administración y servicios. Alejandro Villar agrega que “es importante que se incorpore al presupuesto la secundaria porque también corre riesgo, en éste marco de ajuste planteado por el Fondo”. Al respecto, el Ministerio de Educación responde que no hay fondos y que es producto del acuerdo con el organismo de crédito internacional.

Alfredo Alfonso es Vice Rector y afirma que “esos recortes impactan en las cuatro áreas académicas (Departamento de Cs. Sociales; Depto. de Cs. Económicas; Depto. de Ciencia y Tecnología y la Escuela de Artes) y en CyT se refleja más porque los insumos son importados, tanto para la docencia como para la investigación. Nosotros trabajamos con un dólar de 18 pesos y hoy está a 30. Así se hace imposible trabajar”.

 

Alfonso explica que “otra de las áreas afectadas son aquellas vinculadas a la adquisición de tecnologías, como por ejemplo, producción digital, música electroacústica, donde se necesitan equipos para ejercer docencia y prácticas  realizativas”.

También mencionó el incremento en los servicios donde la UNQ tiene que pagar $ 1.100.000 por mes de electricidad. “Hemos realizado una obra importante en la media tensión para mejorar el rendimiento pero sin embargo, el costo de la electricidad es muy alto y eso impacta también en las becas, el menú estudiantil y en las fotocopias, por ejemplo. Porque esos gastos son parte del funcionamiento de la universidad”.

Por otra parte,  desde la Asociación de Docentes e Investigadores de la UNQ, aclararon su preocupación por la falta del diálogo con las autoridades gubernamentales, porque sólo recibieron un 5% de aumento en 2018. Jorge Núñez, secretario adjunto de ADIUNQ, expresó que “en dos años hemos perdido poder adquisitivo y la última reunión paritaria fue en mayo donde ofertaron un 15% de aumento. Por eso, hemos plebiscitado con todas las federaciones universitarias suspender el inicio de las clases. En ese sentido, la definición de no iniciar las clases tuvo un acatamiento del 80%”.

El lunes por la tarde una columna de más de 15 mil personas abrazaron y caminaron la circunvalación que comprende a la UNQ. Entienden que es importante defender el derecho a la educación. Aquellas y aquellos que tuvimos la posibilidad de caminar sus pasillos, escuchar a sus docentes, aprender de los textos y crecer como persona en esa institución, sabemos lo que significa que la UNQ funcione en la ciudad.