Columna de cine. Por Lucas Pablo Beriain
1. Good Time (2017)
Creemos conocer el destino de Connie Nikas. Pero a medida que se suceden sus desventuras nocturnas -que de no ser por su rudeza cargada aires realistas nos haría emparentarlas con las del protagonista de la más caricaturesca After Hours (1985)- los hermanos Safdie nos van haciendo dudar del desenlace y vamos perdiendo esa seguridad
que, por el contrario, el protagonista parece alimentar cada vez que los problemas se renuevan. Connie tiene que sortear obstáculos que se le van sumando, superponiéndose como mamushkas descoloridas; y todo sucede entre un sol, una luna y un nuevo sol, elipsis temporal veloz que no deja respiro y nos hace desear un merecido descanso para él.
2. Mayhem (2017)
El director de Mayhem (2017) es Joe Lynch -que en su biografía de imdb dice: creció con una dieta constante de películas clase B, novelas de Stephen King, heavy metal, juegos de 8 bits y cómics de 4 colores"-, habría que ver qué más hizo. Everly (2014) no tiene mucha pinta pero se podría ver. Está escrita por un argentino del que poco sabemos, un tal Matías Caruso -escribió 8 cortos, parece que se puede ver uno checo: Numbers (2012)-. Y actúa la australiana Samara Teamo Weaving. Y el de The Walking Dead la protagoniza. La película puede tener problemas respecto a la empatía y las relaciones entre algunos de sus personajes, puede que los roles y las resoluciones sean obvios -quizás, propios del género- y que esa sangre de acuarela media violeta que utilizan sea una porquería. Pero
la disfrutas bastante. El afiche es genial.
