Pasaron las legislativas y el año 2017 terminará en la conformación de un nuevo Concejo Deliberante con el ingreso de 12 nuevos concejales. La mitad del HCD deberá incorporarse y tendrá la tarea de despertar a un cuerpo legislativo que parece dormido hace años.
Con honrosas excepciones contadas con una mano, el HCD tiene poco de renovación y mucho de añejo. Y no es una cuestión de edad de los ediles, aunque solo cinco que lo integran actualmente no superan los cuarenta años.
El asunto está en cuáles de las necesidades quilmeñas pasan por el concejo y cuántas se resuelven allí. Si funciona como un cuerpo legislativo ágil y de cercanía o como una repartija de recursos entre popes. Los antecedentes recientes indican que los resultados no aparecen.
Por caso, la educación pública es una de las principales preocupaciones en el distrito. El estado de las escuelas, la situación que atraviesa la juventud, el nivel de exposición frente a problema graves como las adicciones, el delito o el abuso policial, es preocupante.
Hay una luz en el túnel. El candidato más joven del país tiene tan solo 20 años, es quilmeño, se llama Franco Bogado y será nuevo integrante del Consejo Escolar. Hay que ayudarlo.
