Al menos cinco personas resultaron detenidas, entre ellas un camillero del nosocomio, acusadas de integrar una banda delictiva que operaba en financieras, casas de cambio y joyerías. La investigación pudo seguir las huellas a partir del tiroteo del 29 de abril en la puerta de la guardia a manos de motoqueros.
Luego de once allanamientos realizados en Quilmes y Berazategui, por orden de la fiscal Ximena Santoro, se arrestó a cinco malvivientes acusados de participar en la banda que baleó al policía en la puerta del Hospital provincial Isidoro Iriarte.
Entre los líderes se encuentran los hermanos Carlos y Eduardo Milo, alias “Toti”, quienes fueron imputados por coautores del delito de “robo calificado por el uso de arma en concurso ideal con robo calificado por resultar lesiones graves y en concurso real con resistencia a la autoridad».
Además se detuvo a Simón García como presunto “participe necesario”, una mujer llamada Pamela Ochoa y un camillero identificado como Eduardo Sánchez, que trabajaba en el hospital de Berazategui. Todos quedaron imputados por «encubrimiento agravado por resultar de un hecho precedente especialmente grave».