“Un partido político sin unidad de acción es una fuerza inorgánica que no realiza grandes obras ni se consolida en el tiempo.” Gral.Juan Domingo Peron
* Por Carlos Taphanel
Este año se cumplirán 34 años de la primera vez que voté, tenía 20 años, aunque ya hacía unos pocos que mi conciencia dictaba la participación que la ejercía en MEDH, ese maravilloso organismo de DD.HH.
A cuento de qué viene esto, de la utopía y la fe de transformar la patria. De que dictadura o golpe no fueran palabras cotidianas en las generaciones venideras, como lo habían sido en las últimas tres antes de la mía. Mi convicción del Nacionalismo Popular Revolucionario, la política, el entender que aquellos con los que compartía la obligación de luchar contra la dictadura se convertían, algunos, en aquellos que enfrentaban mi visión de país. La democracia y la política comenzaban a ser cosas distintas de ejercer. El republicanismo y la democracia popular se convirtieron, en este transitar, en conceptos antagónicos. La democracia como un fin en si mismo o la herramienta de construcción de algo más justo. Todo se nos cayó en la cabeza, en los pies, en nuestro corazones al ver como el liberalismo, con 90’ neo, y hoy PRO, se adueñaban de la herramienta nuestra y la transformaban en estructura formal, de simples aritméticas de intereses, la política en tiempos demócratas republicanos.
Estamos a las puertas de una elección de medio termino, la primera en 34 años con un carga política mayúscula, es importante entender que lo que se viene. Tiempos en que los aparatos, sean estos mayor o menor medida mas o menos progresistas deben tener la capacidad del acuerdo para algo mas importante ganar en el terreno de la política, más allá de los dirigentes circunstanciales, de no ser así, el neoliberalismo se perpetuara , perderemos definitivamente la salud, la educación, la justicia… el futuro. Se vienen tiempos de acuerdos, de construcción sin creer tanto en liderazgos y más en organización.
Sino no será más que peleas de aparatos que quieren manejar una estructura por 4, 8 ó 12 años, y no la construcción de una organización que supere la democracia liberal, y “venza al tiempo” como decía el General del Pueblo. Las elecciones pueden ser algo más que aritméticas de intereses, pueden convertirse en el punto de partida de la construcción de algo que supere nuestros pequeños grandes egoísmos de facción.
* Columna de opinión publicada en Semanario CPB Noticias del 27/04/2017. Carlos Taphanel: Periodista de Quilmes – www.lavozdelgrito.com