SAE: El plato más cotizado

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La Gobernadora María Eugenia Vidal ordenó que el Servicio Alimentario Escolar (SAE), fondo destinado a alimentar a lxs niñxs de las escuelas públicas que tienen comedores, deje de ser administrado por los Consejos Escolares y pase a manos municipales. 15 municipios ya adhirieron, y ahora es el turno de Quilmes. La caja que manejará Martiniano Molina es de $1.600.000 pesos por día. Para los gremios la municipalización no soluciona el problema que enfrentan los comedores escolares y aseguran que docentes siguen haciendo malabares para que todxs lxs alumnxs puedan comer un plato de comida y que hay escuelas que no reciben.

El Concejo Deliberante quilmeño sesionó el pasado jueves 15 y aprobó la convalidación de los convenios para la intervención municipal en el Servicio Alimentario Escolar (SAE). Esto permitirá ampliar el trabajo territorial para los programas que involucran a Niños, Niñas y Adolescentes.

Entre los alcances del convenio, el concejal Damián Castro (Cambiemos) destacó que el programa «abre un abanico inmenso de posibilidades diferentes en cuanto a la forma de aplicar éste servicio, porque permite mejorar las oportunidades de las empresas, que por intermedio de licitaciones públicas, van a poder proveer el servicio”». Además, agregó que “vamos a contar con una unidad ejecutora compuesta por diferentes áreas del municipio, como salud, educación, desarrollo social, legal y técnica, pero además vamos a contar con la participación de la Universidad de La Plata (Ciencias Económicas)”. En cuanto a la implementación, Castro destacó que «la Municipalidad se encuentra elaborando una licitación pública para garantizar la libertad de ocurrencia a las empresas e igualdad de oferentes».

El Servicio Alimentario Escolar se encarga de abastecer a los establecimientos educativos con los productos necesarios para el desayuno, merienda y almuerzo de lxs niñxs que asisten a las escuelas del distrito. Son cerca de 260 establecimientos que tienen que recibir los insumos alimentarios para más de 80 mil chicxs.
El presidente del Concejo Deliberante, Juan Bernasconi (Cambiemos), calificó al proyecto como de «importancia central» y consideró que «nos permite dar un salto importantísimo en materia de cobertura para los chicos.»

Luego de un encendido debate, el cuerpo de concejales terminó aprobando la municipalización del Servicio Alimentario Escolar. Las discusiones fueron cruzadas y el bloque de Unidad Ciudadana votó dividido. Eva Stolzing, Diego Méndez y Eva Mieri, votaron en contra y expresaron su posición al respecto. Mientras que Ángel García expresó la postura de quienes votaron a favor pero también cuestionó que para la implementación del servicio hayan hecho un contrato con la Universidad Nacional de La Plata y no con la Universidad Nacional de Quilmes que cuenta con la carrera de Ingeniería en Alimentos.

«Deberían contratar empresas que den trabajo a quilmeños y no a empresas de otras localidades».

García también observó la unidad ejecutora y la transparencia que fomenta Cambiemos. “Éste bloque está dispuesto a participar con dos concejales en la unidad ejecutora para garantizar la transparencia que pregona Cambiemos”, concluyó García.

Otra fuerte crítica la expuso el edil Diego Méndez, quien señaló que “éste proyecto viola la Constitución Provincial al eliminar la participación de los consejos escolares. En el art. 203 dispone que la administración de los servicios educativos en el ámbito de competencia distrital estará a cargo de los consejos escolares y está claro que esto es más centralización de poder, al igual que sucedió con el Pacto Fiscal de la gobernadora Vidal”.

La concejal Eva Stolzing expresó que “éste concejo deliberante está cometiendo otra barbaridad administrativa, al omitir un artículo de la Constitución Provincial. El proyecto centraliza el poder en la gobernadora y creo que no le hace nada bien a la provincia de Buenos Aires”. Fueron 18 votos a favor y 3 en contra. Los concejales David Gutiérrez y José Migliaccio estuvieron ausentes.

Así las cosas votaron afirmativamente el Massismo, Cambiemos, Juntos por Quilmes y GEN. Se ausentaron los concejales del Polo Social David Gutiérrez y José Migliaccio.

EL PROGRAMA

Dirigido a niños y adolescentes en si-tuación de vulnerabilidad social, escolarizados en instituciones públicas de la Provincia, el Servicio Alimentario Escolar (SAE) nació con el objetivo de garantizar una cobertura nutricional uniforme, poniendo el acento, de manera especial, en los sectores más vulnerables de la sociedad.

El programa busca mejorar la aptitud para el aprendizaje y las condiciones de salud de niños y adolescentes de la provincia de Buenos Aires, mediante el desayuno o merienda y el almuerzo en los distritos bonaerenses.

En sus fundamentos y declaración de principios, se expresa que «el objetivo general del programa es garantizar el derecho a la alimentación, mejorando la aptitud para el aprendizaje y las condiciones de salud de la población escolar de la provincia de Buenos Aires, promoviendo una cobertura nutricional igualitaria y equitativa para todos los niños, focalizándose en los más vulnerables».

El Subsecretario de Educación Técnica y Agraria del SUTEBA, Gustavo Lappano, señaló que la Gobenadora Vidal «incumple con lo establecido en la Constitución Provincial en su artículo 203 y 147 que señalan que la administración de los servicios educativos, en el ámbito distrital, con exclusión de los aspectos técnicos pedagógicos, estará a cargo de los Consejos Escolares». Asimismo Lappano destacó que en el artículo 246 del Reglamento General de Instituciones Educativas se determina que «el SAE es responsabilidad de los organismos provinciales específicos».

Sobre el traspaso de la administración del SAE del Consejo Escolar a la Municipalidad de Quilmes, Lappano señaló que son «más de $1.600.000 pesos por día para distribuír en las más de 83.000 raciones diarias correspondientes a desayuno, merienda, almuerzo de alumnos de escuelas primarias y secundarias del distrito. Lo que equivale a más de 30 millones de pesos por mes.»

La ración de comida en Escuela 39 de barrio Villa Luján de Quilmes

Consultado sobre la situación actual del servicio en las escuelas, Lappano señaló que para dar un ejemplo en la escuela 85 del Barrio La Esperanza de Ezpeleta no cuentan con una heladera adecuada y el proveedor les deja alimentos perecederos (lácteos y carne) para dos o tres días, cuando la obligación es la de ir todos los días. «El proveedor incumple y el municipio no controla. Los únicos perjudicados son los niños», señala el Subsecretario. En el mismo edificio funciona la Escuela Secundaria 40, de jornada completa, con más de 160 estudiantes de matrícula. «Reciben como menú una empanada de jamón y queso fría y una pera. Eso para todo el día.» Para Lappano, estas situaciones que se repiten en otras escuelas, se deben a que cada escuela tiene una cantidad asignada de raciones. A esa escuela le corresponden 80 raciones, la mitad de los estudiantes que concurren». Sin embargo, cuando el comedor dependía del Consejo escolar, había un acuerdo entre ambas escuelas y el personal de la Escuela 85 cocinaba para ambas instituciones entonces se comía comida elaborada. «Hoy el municipio desconoce ese acuerdo y le indicaron al personal de cocina que debía elaborar alimentos como pan de carne pero la escuela tiene el horno roto desde hace más de tres años. Nadie da respuesta a estos reclamos. El municipio plantea que están preparando una nueva licitación, pero eso puede demorar hasta mitad de año. Desde el Frente de Gremios (CTA –SUTEBA-FEB-ATE-UDOCBA) ya lo habíamos rechazado el año pasado.»

El consejero escolar opositor, Ramón Arce, alertó que el traspaso del SAE a manos municipales «habilita al vaciamiento del consejo escolar» porque «el Honorable Consejo Escolar queda como una cáscara vacía”. A agregó que «vamos a ver cómo lo resuelve el municipio, pero no vemos que sea una situación muy clara. De ahora en más será responsabilidad del intendente la calidad y cantidad de productos que llegan a las escuelas para que lxs chicxs coman»

A su vez Arce explicó que hay «un fuerte desgranamiento escolar, sobre todo en la enseñanza media. Esto está aparejado con el incremento de comedores y merenderos de los barrios más postergados, debido a la falta de trabajo».

Por su parte, el secretario de organización del SUTEBA Quilmes, Pablo D´Aquino expresó que «la municipalizacion no soluciona las deficiencias de los comedores escolares. La lucha para que los comedores escolares provean a nuestros alumnos de alimentos suficientes y nutritivos viene desde hace años.»

También D´Aquino señaló que hay una constante que se da: la cantidad de cupos nunca alcanza, lo que pone a docentes y auxiliares en la situación de hacer malabares para que cada pibe pueda comer algo. Y la calidad de los alimentos que llegan a las escuelas deja mucho que desear.» Al igual que Lappano, denunció el caracter ilegal del traspaso y aseguró que «el nuevo sistema ha demostrado ser más de lo mismo. Un punto a destacar es el caso de las escuelas técnicas, en las que los alumnos pasan alrededor de 8 horas diarias y no tienen comedor.»

A su vez el Secretario destacó que «en más de dos años de esta gestión seguimos teniendo escuelas con cocinas en ruinas, cañerías rotas o tapadas, falta de utensilios, mobiliario, etcétera. Este martes mismo, 20 de marzo, 40 alumnxs de la escuela primaria N° 68 se quedaron sin comer, las compañeras auxiliares lloraban. Problemas que con el millonario fondo educativo se podrían solucionar, pero esto no ha ocurrido.»

De esta forma, concluyó que «a medida que se agrava la situación social y crecen el hambre y la pobreza, el comedor escolar pasa a ser el único plato de comida en las barriadas más humildes.»

Ración de comida (pollo y puré de zapallo) – Escuela 39 (Barrio Villa Luján)

JUGADA

Tras numeras irregularidades encontradas en la prestación del servicio en distritos de toda la Provincia, la gobernadora decidió pasarle la prestación del servicio al Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Santiago López.

En 2017 comenzó a realizarse una prueba piloto en 14 municipios (Tres de Febrero, Lanús, Vicente López, Junín, Hurlingham, Escobar, Almirante Brown, San Isidro, Jose C. Paz, Pilar, Ezeiza, La Plata, Morón y Pinamar), donde la asistencia alimentaria en los comedores escolares dejó de ser manejado por los Consejos Escolares, y pasó a manos municipales.

Luego sumaron a otros municipios del territorio bonaerense como Quilmes o, hace pocos días, al de Campana.

Con esta jugada, de cara a las elecciones en 2019, Cambiemos se hizo o de una buena jugada política o de otro dolor de cabeza. Por un lado le saca la responsabilidad a sus niñas mimadas, la Provincia y María Eugenia Vidal, de darle de comer a lxs niñxs (de familias que sí tienen hambre). Ahora la culpa ante cualquier mano que se mete en la lata será, a lo sumo, de lxs intendentxs.

Por otro lado, apunta alto a través del ministerio de Desarrollo Social y quiere tener a todos los distritos dentro del programa. Pero no nos olvidamos que se trata de una caja que está muy sucia y de una problemática que no para de crecer: el hambre de lxs pibxs y el bolsillo de las familias cada vez más ajustado ante las subas en las tarifas.

 

 

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