Trabajadorxs municipales del Hogar «La Fortaleza» aseguraron que hay inestabilidad laboral y falta de recursos para poder llevar adelante su tarea cotidiana de contención a víctimas de violencias de género.
Trabajadorxs del hogar para víctimas de violencias de género aseguran que trabajan en condiciones precarias, que algunxs trabajan sin cobrar y que constantemente temen perder su contrato. El hogar para mujeres víctimas de violencias “La Fortaleza” depende de la Secretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad de Quilmes. El espacio fue creado en 2008 durante el Gobierno local de Francisco “Barba” Gutierrez, cuyo nombre hasta el cambio de gestión era “La Casita”.
En diálogo con CPB Noticias, María del Carmen González, Psicóloga Social que trabajaba en el Hogar desde 2010 coordinando grupos, contó que a fines de noviembre se despidió de sus compañeras ya que desde hace cuatro meses le dieron de baja el contrato y no estaba cobrando. “Al igual que en otras oportunidades, me dijeron que fue por error y me prometieron que me iban a conseguir otro contrato”. A su vez señaló que “esto es una realidad que está sucediendo en el hogar y afecta a todxs lxs trabajadorxs. “Se trabaja en un clima de malestar”, dijo, porque saben que se aproxima un “fuerte ajuste” que traerá “muchas pérdidas de trabajo”.
El trabajo de González consistía en contener a las personas que llegaban al lugar, como víctimas de violencia de género en todos sus aspectos (violencia psicológica, física, económica, institucional, etc) y acompañarlas en su reinserción. “La calidad de atención es excelente gracias a la atención de quienes trabajamos ahí. Hay dos operadoras que atienden el primer momento de las mujeres víctimas de violencias, y de ahí se las deriva a los dispositivos grupales, que se van fortaleciendo en el tiempo. Los procesos de los grupos son muy buenos”, aseguró.
Por otra parte, la casa donde funciona “La Fortaleza” tiene un contrato de alquiler y las condiciones son “precarias”, aseguró la Psicóloga Social. “Hace mucho circula en esta institución cierto nivel de violencia estructural donde los modos de contratación de absoluta precariedad, donde el lugar se llueve porque no se refacciona. Tuvimos problemas serios con los baños, el alquiler no se paga desde el mes de marzo, no se paga la luz ni los insumos del lugar.”
En agosto último los ministros del Interior y Desarrollo Social, Rogelio Frigerio y Carolina Stanley, junto al intendente Martiniano Molina, firmaron el convenio que definió el comienzo de una nueva obra, un espacio físico que brindaría protección, albergue, contención y atención interdisciplinaria a mujeres víctimas de situaciones de violencia. “El intendente Molina nos planteó este tema como prioritario y nos dio todo su respaldo para avanzar», señaló en ese momento Ileana Lingua, directora general de Género, Familia y Diversidad; área dependiente de Desarrollo Social.