Comienza el segundo período de gobierno y el intendente deberá saber llevar las riendas de una gestión que tiene problemas sin resolver.
Luego de dos años de gobierno y con muchos problemas sin resolver, el intendente de reconocida fama en su desempeño gastronómico, puede comenzar a sufrir los sofocones que son parte de la dinámica política, donde el tercer año de gestión es fundamental para acomodar lo que no funciona y potenciar lo que sí. Porque lo que no se corrige éste año, menos se hará en 2019, donde todos los cartuchos estarán ocupados en la campaña electoral.
Mientras las gacetillas de gobierno anuncian la compra de herramientas para tratar el problema de la basura, Molina sabe que su suerte está atada al desenlace que resulte de los próximos dos años de gestión Cambiemos, a nivel nacional. Mientras tanto, dentro del ruedo político, en el gobierno municipal no tienen respuestas ante los pedidos del presidente Macri, de prohibir que parientes ocupen lugares de gestión. Y todo el mundo conoce que el hermano de Martiniano, Tomás, es una pieza clave en la estructura de gobierno. Incluso, antes del anuncio en Casa Rosada, Tomás era el número puesto para ocupar la Secretaría de Gobierno. Por ahora, Molina deberá negociar qué hace con él y su padre, quien ocupa una dirección en el gobierno provincial.
Pero ahora surgen nuevos interrogantes para la gestión de Cambiemos, que los Molina (Martinano, Tomas y Jorge –padre-) deberán saber maniobrar el barco para llegar a buen puerto en 2019. Porque, a la ya deteriorada relación con la UCR local, se suma la abogada de Lilita Carrió, Mónica Frade, quien publico una carta que expresaba su opinión al respecto: “El propio Presidente embistió recientemente contra el nepotismo, firmando un Decreto que impide a familiares directos y consanguíneos, ocupar cargos públicos. Una propuesta a la que algunos Intendentes y funcionarios nacionales accedieron inmediatamente; mientras que otros, resolvieron no darse por enterados, manteniendo a familiares (incluso socios), en el plantel de empleados y funcionarios públicos”. También apuntó contra la auditoría general, entonces conducida por la actual concejal, Miriam Puchetta. A los Molina los rodea el humo, de todo tipo. Veremos cómo hace el intendente para que ese humo no le llegue donde se cocina la política local. Aún, cuando todxs sabemos que lo primero es la familia.
