La Universidad pública en crisis

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El desfinanciamiento del gobierno nacional amenaza al sistema de educación superior.

El lunes 13 de agosto de 2018 abrazamos la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), la Escuela Técnica de la UNQ y la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ). Nos movilizamos en defensa de la educación superior pública, gratuita e inclusiva. No somos las únicas universidades que lo hacen. Todo el sistema universitario está preocupado por la situación presupuestaria ya que la inflación y la devaluación están generando un recorte directo sobre los recursos asignados por el Congreso y se avizora  un recorte en el marco de las políticas de ajuste impuestas por el Fondo Monetario Internacional.

En efecto, la inversión nacional en las universidades pasó de representar un 0,86% del Producto Bruto Interno (PBI) en 2015 a un 0,79% en 2016, el valor más bajo desde 2011, y sobre un PBI un 2,3 % menor en términos reales.

En el corriente año afrontamos tres graves problemas. El principal es la imposibilidad que ha demostrado el gobierno para llegar a un acuerdo paritario con los gremios docentes a los que les ha ofrecido un incremento escalonado del 15% en el marco de una inflación que se calcula superior al 30% para fin de año. A esto se suma el reclamo del gremio del personal de administración y servicios (llamado no docentes) para que se reabra una paritaria pactada en el 15%. Esta situación genera una caída en el salario real de los trabajadores a la vez que provoca una conflictividad laboral que atenta contra la calidad educativa y la inclusión.

En segundo lugar se encuentra el retraso en el envío de los fondos destinados a los gastos de las universidades que se destina al pago a los proveedores, servicios, etc. que hacen al normal funcionamiento de nuestras instituciones.  Este monto asciende a 11 millones de pesos en la UNQ y a 1.400 millones de pesos en todas las universidades públicas.

En tercer lugar se debe mencionar a la suspensión de todas las obras públicas que no se estuvieran ejecutando en 2017. De esta manera quedaron sin poder comenzar la construcción de aulas, laboratorios, comedores y otros proyectos necesarios para afrontar el crecimiento de nuestras universidades que tiene cada vez más estudiantes.

Esta situación ha sido planteada ante el gobierno nacional por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), sumado a los reclamos individuales de cada universidad y de innumerables organismos. Todavía estamos esperando las acciones comprometidas en aquella reunión.

Por otro lado, lamentablemente, la situación social también se ha ido degradando lo que ha generado una demanda cada vez más alta de alimentos sociales a nuestra universidad. Para afrontar esta nueva situación se cuenta con la iniciativa “La UNQ Produce y Alimenta” que integra la producción de la Planta de Alimentos Sociales que produce sopa (la conocida Súper Sopa) guisos y otros productos desarrollados por la carrera de Ingeniería en Alimentos con los programas de la Economía Social y Solidaria, que cuenta con una amplia red de relaciones con productores y actores socioproductivos, y otras actividades solidarias tendientes a buscar recursos para poder ampliar la y donaciones de alimentos.

Así, en el año del centenario de la Reforma Universitaria, y en tiempos en que soplan vientos de recortes presupuestarios, la Universidad Nacional de Quilmes continúa esforzándose para cumplir sus funciones sustantivas de enseñanza, investigación y extensión a la vez que se convierte en actor activo y necesario para el desarrollo sin abandonar su espíritu solidario. Seguiremos trabajando, también para reforzar su papel en la formación de ciudadanos con pensamiento propio, crítico y creativo.

*Alejandro Villar – Rector de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ)

 Fotografías: Prensa UNQ