Día mundial de la Acción (o inacción) contra el VIH

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Por Elizabeth Barbis*

El acceso universal, como derecho humano a la salud y en relación a la epidemia del VIH/SIDA, significa la posibilidad para todos y todas sin distinción o discriminación, en todas partes del mundo y en todas las culturas, de acceder a la prevención, tratamiento, atención y apoyo, respetando la diversidad.

La prevención puede brindarse en forma de acceso a preservativos, suministro de sangre segura o fármacos que impiden que las mujeres embarazadas no transmitan la infección a sus hijos durante el embarazo (parto y/o lactancia) y aquellos llamados antirretrovirales para personas infectadas (no enfermas) que detendrán el desarrollo del SIDA (enfermedad)

Dicho esto,  es importante decribir las políticas dirigidas a la mayor amenaza a la salud mundial, aún hoy.

Lo que fuimos…

Argentina ha sido uno de los primeros países de América Latina en garantizar la accesibilidad a los medicamentos para las personas afectadas de modo directo y para la prevención de la transmisión de madre a hijo durante el embarazo, parto o lactancia; pionero en incluir la leche modificada para la alimentación de los niños de mujeres con VIH y la distribución de reactivos necesarios para diagnosticar infectados.

“En la Argentina, más del 80% de los casos declarados de VIH reciben tratamiento, lo que la OMS cataloga como universalización en el acceso”, declara  el Banco Mundial en el 2014.

 

No solo eso…

La ley de matrimonio igualitario (primer país latinoamericano), la ley de identidad de género (única norma en el mundo que reivindica los derechos de las personas transexuales) han dado un empujón en la prevención y tratamiento del VIH, ya que estas leyes disminuyen el estigma y a menos estigma…menos vergüenza para acercarse a un hospital, hacerse un test o recibir atención médica de una manera democrática y sin discriminación.

El panorama podría mejorarse, claro que si, aumentando la cuota de capacitación, información y abordaje preventivo comunitario.

Nuestro país, fue elogiado por el ONUSIDA en la reducción significativa de la enfermedad  a través del acceso gratuito y universal a los medicamentos antirretrovirales y la distribución gratuita y federal de preservativos.

En el  2008 el país destinaba el 80% del presupuesto para VIH-Sida a cuidados y tratamientos, estabilizando la epidemia en Argentina en 6000 personas nuevas infectadas por año, 100 niños y 1400 muertes (un desafío sanitario a resolver).

El uso del preservativo sigue siendo un pilar en la prevención, si bien su uso ha aumentado en la última década, 9 de cada 10 personas diagnosticadas no lo utilizaban.

 

Lo que somos…

Según el informe del Monitoreo del presupuesto público en prevención del VIH/SIDA (RedTraSex)  y GEP (Grupo Efecto positivo) en el 2016 y 2017 se redujo un 50% el presupuesto en la compra de preservativos y un 85% en su distribución. La sub-ejecución presupuestaria varía entre 21 y 14 % según se trate de la compra de medicamentos que frenan el avance de la enfermedad o el destinado a su prevención.

Según el último informe  de la Conferencia Internacional Sudafricana sobre el Sida (Junio 2016)  Argentina es “cabeza de serie” dirían los futboleros, en nuevos infectados por año; en esa lista se encuentran por debajo, Paraguay, Bolivia, Colombia y Ecuador.

 

Sin presupuesto no hay políticas y sin políticas, a este partido lo perdemos por goleada.

 

Elizabeth Barbis – Médica sanitarista y docente universitaria, Espacio Cientotreintaycinco/24