Hay momentos 
en los que la historia se acelera y en los que rápidamente, se pone en evidencia una militancia que en nuestro país viene hace varias décadas: la militancia por el derecho al aborto, una de las rocas duras del patriarcado porque involucra la autonomía de las mujeres y personas gestantes en la toma de decisiones sobre el cuerpo y el cuestionamiento al fuerte mandato de la maternidad. El movimiento amplio de mujeres que venía sosteniendo esta demanda en los primeros lugares de la agenda, desplegó toda clase de estrategias en los últimos meses. Movilizaciones, articulaciones diversas, algunas de ellas traspasaron las fronteras nacionales, los ya icónicos martes verdes, charlas, talleres, carpas, pedidos de reuniones con diputados/as y senadores/as, solicitadas… hemos visto un despliegue de este tema en todo el territorio nacional.
El movimiento amplio de mujeres en nuestro país fue el primero en realizar un paro al actual gobierno y en tener, ante el silencio de otros sectores, una agenda ofensiva contra las políticas de ajuste. No hay que olvidar que el debate sobre el derecho al aborto se da en el marco del total desmantelamiento del programa de educación sexual integral y el recorte al programa nacional de salud sexual y procreación responsable, y de, probablemente, el ajuste más grande que la sociedad argentina ha vivido por lo menos desde el retorno a la democracia, y quizá de toda su historia.
Aun en este contexto, nunca habíamos visto una movilización de más de un millón de personas en búsqueda de un derecho. ¿Se imaginaba el oficialismo cuando irremediablemente tuvo que poner el tema en la agenda parlamentaria que el derecho al aborto iba a tener tanto apoyo social? La situación logró poner en evidencia que el oficialismo tiene un profundo quiebre dado que la mayor parte de sus representantes está en desacuerdo con el avance de la ley, no es Cambiemos una fuerza que se caracterice por ampliar derechos. Ahora bien: ante la cantidad de retrocesos que estamos viviendo, el bruto ajuste, el recorte a las jubilaciones, el acuerdo con el FMI, los y las presos políticos, el aborto aparece como la única ventana de ampliación de derechos que podría dejar esta etapa política, en el marco de un cambio de la política donde las mujeres somos las protagonistas ineludibles de la etapa, generando una ola internacional de avanzada en el pedido por más derechos.
Ante el contexto de incertidumbre que tenemos con respecto al definitivo avance y sanción de la ley, sin duda el movimiento amplio de mujeres y la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito tiene el desafío de redoblar la apuesta con mayor movilización y mayor presión, continuando con una estrategia ofensiva para que finalmente, el aborto sea legal en la Argentina.
* Miembro de Católicas por el Derecho a Decidir y de la Campaña Nacional por el Derecho a un Aborto Legal, Seguro y Gratuito.