Los despidos calentaron el verano

0
608

El gobierno municipal hizo punta con los despidos y arrancó el año sin la renovación del contrato de cerca de 500 trabajadorxs. Según afirman desde el gobierno, son funcionarios con cargos políticos y no son trabajadorxs de planta. Sin embargo, desde el gremio ATE afirman lo contrario. Estas decisiones políticas impulsadas por el intendente quilmeño refieren a dos premisas: una de ellas es la concepción del macrismo de un Estado chico. Otra de las motivaciones proviene de la necesidad (y dependencia) que el municipio tiene de financiamiento. El comienzo del año fue caliente para la gestión de Martiniano Molina. Y no precisamente por las altas temperaturas.

El comienzo del año fue caliente para la gestión de Martiniano Molina. Y no precisamente por las altas temperaturas, sino que fue la decisión del gobierno municipal de no renovarles el contrato a casi 500 trabajadorxs que desempeñaban funciones en distintas áreas de la gestión municipal. Por tal motivo, el 3 de enero una multitudinaria manifestación fue el epicentro de un conflicto laboral que persiste hasta el día de la fecha. La marcha estuvo encabezada por el gremio de ATE pero fue acompañada por una amplia y variada representación, entre sindicatos y partidos políticos de la oposición. Días después, la manifestación se desarrolló en Solano, donde la concurrencia fue mayor.

Estas decisiones políticas impulsadas por el intendente quilmeño refieren a dos premisas: una de ellas es la concepción del macrismo de un Estado chico y por eso, la definición del presidente Mauricio Macri, referido a la prohibición de ocupar cargos de los familiares y la reducción del 25% de los funcionarios políticos en el ámbito del gobierno nacional. Esas definiciones empujaron a los demás intendentes del gobierno nacional a alinearse con las políticas de Cambiemos. Otra de las motivaciones proviene de la necesidad (y dependencia) que el municipio tiene de financiamiento. De hecho, no olvidemos que Quilmes fue uno de los distritos privilegiados a la hora de recibir fondos provenientes de nación y provincia, respectivamente. En ese sentido, Martiniano Molina no quiere dejar de recibirlos y se anticipó al pedido del presidente y dejó sin trabajo a cerca de 500 empleados municipales.

Según informaron desde la Secretaría de Gobierno, por intermedio del funcionario en el cargo, Diego Buffone, expresó que “el municipio está haciendo una readecuación y un achique del 40% de nuestra planta política superior, desde secretarias, subsecretarias y coordinaciones que le ahorrará al municipio cerca de 100 millones de pesos”. Sin embargo, desde el gremio ATE afirman que son más de 120 trabajadorxs que prestan servicios todos los días en diferentes áreas y además, reciben el salario mínimo de un municipal, es decir, un poco más de 7000 pesos.

 

Por otra parte, el sindicato de trabajadores municipales (STMQ) expresó que “no hubo ningún despido, en todo caso no se prorrogó el contrato que tienen los mensualizados”. El caso de los municipales fue distinto, ya que lograron la renovación de los contratos. “Acá se prorrogó todos los contratos que pidió el gremio. Eran 54 y se lograron reincorporar”. A su vez, Raúl “Ronco” Méndez”, Secretario General de lxs municipales, dijo que “no cesantearon a nadie. Lo que se hizo fue no prorrogar”. Mendez, quien está al frente del gremio hace más de tres décadas y con un pequeño lapso interrumpido en la gestión de Villordo, opinó sobre los despidos que “no quiero que cesanteen a nadie. Y si la económica del municipio no da para eso, ellos sabrán porque lo hacen”. La situación es compleja porque el “Ronco” ocupa un cargo de asesor en el ejecutivo municipal, lo cual lo pone “de los dos lados del mostrador”.

Desde el inicio del año, numerosas fueron las manifestaciones desarrolladas por lxs trabajadorxs afectados por la medida. Por eso, en las diferentes áreas donde se registraron despidos, los reclamos fueron acompañados por radios abiertas, marchas, volanteadas y el sábado pasado, ATE realizó un festival solidario en el playón de Solano (844 y 893) para recaudar fondos para las familias despedidas. El lugar escogido tiene que ver con la situación del Hospital materno infantil Dr. Eduardo Oller, puesto que allí se notificaron despidos en áreas sensibles como pediatría, entre otras. Cabe resaltar que la salud pública es un derecho adquirido por el pueblo quilmeño y el Estado debe garantizarlo. Pero estas medidas van  a contramano de una salud pública de calidad al servicio de la comunidad sureña, ya que al “Oller” llegan personas de Florencio Varela y Alte. Brown a atenderse.

Entre las áreas afectadas se encuentra la Subsecretaría de Niñez y Adolescencia, Alumbrado Público, la Guardería Municipal, las Delegaciones de La Páz y Quilmes Oeste, entre otras. Claudio Arévalo, Secretario General de ATE, expresó que “hemos dejado un listado de 103 compañerxs para pedir por su reincorporación y si bien se abrió una mesa de diálogo para resolver las reincorporaciones por etapa, eso se cumple pero a cuenta gotas”. Desde el gremio afirman que “serán 20 lxs trabajadorxs reincorporados y nosotros pedimos que reincorporen a todxs”.

Desde el gobierno municipal afirman que son cerca de 200 los funcionarios políticos que dejaran de existir o en su defecto, serán reasignados bajo una nueva categoría. Diego Buffone afirmó que “son todos asesores del intendente y no se hecho ni dio de baja a nadie que pertenezca a la planta permanente” (En entrevista por Pedro Navarro). Por lo tanto, el argumento esgrimido por el Secretario de Gobierno fue que “cada secretario decide con quién seguir trabajando”.

En Quilmes, cuya población según el censo 2010 es de 582.493 habitantes, posee una estructura municipal integrada por 8400 trabajadorxs, entre contratados y mensualizados. De ellos, el 50% es contratado, lo que genera precariedad laboral. De hecho, contratadxs eran los que quedaron sin trabajo. Desde el gobierno no tienen un número exacto de personal que trabaja. “Son un poco menos de 8000 mil”, expresó el Secretario de Gobierno. Por otra parte, desde ATE afirman que son 480 los que no renovaron su contrato, entre ellos 200 funcionarios políticos y el resto, personal de servicios en diversas áreas antes mencionadas.

Contratados y precarizados

La situación de lxs trabajadorxs contratados en la municipalidad no es ninguna garantía de estabilidad laboral, como predica la Constitución Nacional y los tratados internacionales sobre el trabajo: En caso contrario, lxs trabajadorxs gozan de contratos trimestrales, situación que los pone de rehenes de los gobiernos de turno. En el gobierno anterior, los contratos eran de  12 meses y su renovación era automática pero desde que asumió Cambiemos, los contratos duran 3 meses y algunos se renuevan automáticamente y otros no.

Por la situación que atraviesan lxs trabajadorxs contratadxs en Quilmes, el gremio de ATE se mantiene en estado de asamblea permanente en diferentes áreas de la gestión, como por ejemplo en Niñez, en el Hospital “Oller”, en Alumbrado y en la Guardería Municipal. Arévalo agregó que “nosotros defendemos trabajadores, no ñoquis”, en referencia a los funcionarios nombrados por el intendente municipal, los cuales gozan de sueldos que superan los 40 mil pesos, mientras que lxs trabajadorxs despedidos reciben un salario de 7000 a 9000 pesos.

El municipio de Quilmes tienen una proporción de 1 trabajador municipal cada 69 habitantes y en caso de que no se renueven los contratos o se reasigne una nueva estructura municipal (cuestión que fue anunciada pero aún no se conoce) la ciudadanía quilmeña pasará a contar con 1 trabajadxr municipal cada 74 habitantes, es decir, 5 trabajadxres menos para la comunidad. A todo esto, la sociedad conoce cuáles son los problemas que siguen sin resolverse y en algunos casos, como por ejemplo, la recolección de la basura, la gestión no logró resolver el problema que cobró dimensiones nunca antes vistas. A esto sumarle que la estatización de 2014 no logró consolidarse, ni mucho menos funcionar con la eficiencia necesaria. Pero los niveles de acumulación de basura fueron inéditos.

A éste escenario se suma la contaminación de los arroyos y la nueva quema en el basural clandestino ubicado en la papelera “Papel Pampa” (ex Massuh) en Cno. Gral. Belgrano. Demasiados problemas sin resolver que no se prevé una solución en la reducción de la planta de trabajadorxs, sean funcionarios políticos o personal de servicios, porque además, la gestión de Cambiemos en su rendición de cuentas del 2016 dejó de gastar …………………………cuando ese dinero pudo haberse utilizado para resolver algún problema.

El gobierno de Martiniano Molina atraviesa su segunda mitad de mandato con un clima hostil y conflictivo. Sumándole la definición del presidente Macri sobre los cargos de los familiares, la pregunta que ronda es que pasará con el hermano del intendente, Tomás Molina, quien ocupa la Secretaría General y juega un papel determinante en la administración de los recursos de la gestión.

Festival por los despedidos

El sábado pasado se realizó un festival solidario organizado por ATE en el playón de San Francisco Solano, en la intersección de 844 y 893. La jornada fue para recaudar fondos para ayudar a lxs trabajadorxs municipales que fueron despedidos. Durante el transcurso de  la tarde fueron numerosos los espectáculos artísticos que acompañaron el reclamo por la reincorporación. Estuvo presente el Secretario de ATE de la Pcia. de Buenos Aires, Oscar “Colo” de Isasi. Los organizadores expresaron que fueron más de 2500 personas que concurrieron al festival.

Por otra parte, el gremio convocó a un paro nacional y movilización para el próximo 15 de febrero para reclamar por los despidos, por una recomposición salarial y contra el remate del Estado.