La división radical

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El 28 de octubre la Unión Cívica Radical tendrá elecciones internas en Quilmes. El partido centenario está dividido y quien lo preside es Mariano Camaño, hombre de confianza del diputado provincial, Fernando Pérez. El candidato de éste sector es Christian Álvarez, ex concejal hasta el año pasado. Camaño preside el bloque de radicales que responden a Pérez dentro del HCD y ha hecho saber sus diferencias con la gestión de Martiniano Molina votándole proyectos de la oposición. Por el otro lado se encuentra un viejo conocido por la comuna quilmeña, el ex intendente Fernando Geronés. Su candidatura es apoyada por Ariel Domene, secretario de cultura y educación del gobierno municipal. La próxima podría ser una nueva derrota para el gobierno local si gana Álvarez.

Geronés, Martiniano Molina y Ariel Domene

 

Los afiliados radicales concurrirán a expresar el apoyo a dos corrientes del partido que se disputan la presidencia del mismo en la ciudad. Será el 28 de octubre. La interna llega en el peor momento del gobierno nacional, puesto que la situación económica del país empeora día a día y no hay indicios de mejora, todo lo contrario, el propio Mauricio Macri dijo que “tenemos meses difíciles por delante”. Por otra parte, luego del encuentro de Cambiemos la semana pasada, la conducción nacional del partido afirmó que el radicalismo solo podrá desarrollarse dentro de Cambiemos. Sin embargo, hay quienes toman sus reparos, tanto en el ámbito nacional, como Nito Artaza y en lo local, quien conduce al partido desde 2005 y ya tiene su candidato: el ex concejal Christian Álvarez.

Desde lo nacional hasta lo local se nota un descontento creciente respecto a las políticas económicas que el gobierno ha tomado. La inflación sin frenos, la inercia de la economía nacional y el acuerdo con el FMI son situaciones que no tienen apoyo social. Pero lo peor puede estar por venir, según los diagnósticos presentados en el presupuesto 2019 por el propio gobierno. En éste escenario, la UCR define su futuro inmediato que pende de un hilo cada vez más fino, que son las consecuencias de la situación social. Por lo pronto, hay un sector que ya dijo que el rumbo no está bien y les afiliades radicales tendrán derecho a elegir qué radicalismo quieren para hacerle frente a la voracidad de la banca financiera internacional, representada por Christine Lagarde.

La interna radical

El 28 de octubre será la fecha para la elección del nuevo presidente de la UCR en Quilmes y Christian Álvarez es el candidato de la actual conducción. Su adversario es el ex intendente Fernando Gerones, un viejo conocido por la ciudadanía quilmeña. En su haber pesa una gestión cuestionada (ver “El sabor del encuentro” del número anterior) pero sin embargo, no le debe nada a la justicia y volvió al ruedo público.

Fernando Geronés es el candidato del radicalismo oficialista y si bien jamás se alejó de la política, sí, debió dar un paso al costado respecto a la exposición pública debido a las causas que pesaban en su contra. Desde hace unos meses se lo ve deambular por los pasillos del edificio de Alberdi 500 con carpetas bajo el brazo. Sin embargo, no trabaja en la gestión sino que colabora como vecino y militante del radicalismo. Su dependencia está ligada a la oficina del vice gobernador provincial de la UCR, Daniel Santoro.

 

Ante la situación local entiende que “el radicalismo sufre el cimbronazo que significó el alejamiento de Fernando Pérez de la gestión de gobierno municipal”, expresó Gerones, quien cree que “el espacio tuvo un peso importante cuando comenzó el gobierno de Martiniano Molina pero las disidencias respecto a las políticas o la forma de conducir el gobierno hicieron que muchos radicales que estaban en la gestión se alejaran”. Es otro de los que piensan que “no existe ninguna alternativa para el radicalismo por fuera de Cambiemos”.

Por otra parte, Álvarez es el hombre que responde al diputado provincial, Fernando Pérez, que a su vez, está enfrentado con la gestión de Martiniano Molina desde diciembre de 2016. En octubre de ese año, Mariano Camaño derrotó a Oscar García en aquella elección y hoy preside el bloque radical en el concejo deliberante. Lo acompaña Raquel Vallejos. “Nosotros acompañamos el primer año porque somos parte del frente electoral Cambiemos y porque considerábamos que Martiniano Molina tenía una idea de gestión para beneficiar a los vecinos de Quilmes, pero con el trascurrir de los meses vimos que el ideario que nos marca el partido se alejaba de los vecinos”, expresó Christian Álvarez sobre las diferencias con el gobierno.

 

 

Las obras de la discordia y una gestión deficiente como límite

Uno de los puntos que mostraron la hilacha fue la ejecución de las obras en la ciudad. Si bien es cierto que llegaron muchas respecto a otras gestiones, también es cierto que son financiadas por la provincia en su mayoría y por la nación. Ninguna obra fue realizada con recursos genuinos de la gestión. En ese sentido, Gerones opina que “la situación que se recibió fue muy complicada. Cambiar las cosas genera muchas resistencias pero hay que atravesar esas situaciones, porque a veces, la gente se olvida de cómo se recibió la gestión y cómo estaba la ciudad, con las calles intransitables. Hoy, la mayoría de las avenidas fueron resueltas y se transita con normalidad”.

Por otra parte, Álvarez piensa que “Quilmes es el distrito más beneficiado con obras de la provincia y nosotros creemos que las prioridades eran otras, por ejemplo, atender lo básico en un municipio que es el alumbrado, el barrido y la limpieza y el área de servicios públicos está en una falta total. Acá desaparecieron los barrenderos y la basura la vemos todos”. Por otra parte, respecto al área que ya cambió cuatro funcionarios (GIRSU) Álvarez cree que “la falta de gestión y desconocimiento del distrito hicieron que las cosas funcionen como funcionan”.

La defensa oficialista

“Desde el área de educación se crearon 5 jardines municipales y se está trabajando en uno más y si queremos apostar al futuro hay que apostar a la educación pública para darle oportunidad a los que menos tienen”, agregó Gerones respecto a la defensa de la gestión. “En el área de salud, la situación es caótica pero se está trabajando y en Quilmes se desarrolla el AMBA que es lo más ambicioso de la historia, con una inversión de 500 millones en el conurbano, donde habrá un equipo de salud cada 10.500 habitantes, la remodelación de 22 salas de salud, con los elementos necesarios para que la gente sea atendida como corresponde. Pero eso lleva tiempo”, concluyó el ex intendente.

Raquel Coldani, Martiniano Molina y Fernando Pérez en los tiempos de amistad

 

La disidencia radical

“La situación económica del país esta complicada y a nosotros nos lleva en Quilmes, en caso que ganemos la elección, a plantear la idea de un partido de pie y no uno arrodillado”, dice Álvarez respecto a la mirada de la realidad. También cree que “estamos para que nos convoquen porque tenemos mucha gente capacitada que puede aportar y esperamos eso pero si no sucede, veremos qué camino seguirá la UCR hacia adelante”.

Enfocado en la interna, Álvarez cree que “el futuro del radicalismo está atado a la elección del 28 de octubre y si bien hubo acuerdo a nivel provincial, en los distritos existen diferencias. Nosotros acompañamos todos los proyectos cuando fui concejal pero eso no significa ser indulgentes con la gestión ni mucho menos poner al partido de rodillas”.

Christian Álvarez – Concejal mandato cumplido

 

Cambiemos si – Cambiemos no

El ex intendente entiende que “más allá de los que hoy están con nosotros y antes estaban con Pérez y viceversa, creo que la elección se va a definir en función de quienes elijan que el partido continúe apoyando a esta gestión de Cambiemos o pretende otra alternativa”. A su vez y en relación a la elección pasada entiende que “mucha gente trabajó desde el municipio y se dedico exclusivamente en la etapa previa a la elección a trabajar para la interna y nosotros no teníamos a nadie, entonces se hizo complicado. Hoy la cosa está más pareja”.

Por otra parte, Álvarez respondió que “el afiliado radical no hace política por un puesto de trabajo, hacemos política porque consideramos que es la herramienta para mejorar la calidad de vida del vecino. Además, nosotros desde 2005 conducimos el partido y no éramos gobierno, eso es una mirada equivocada”. A su vez, destacó que “el afiliado radical del grupo al que pertenezco mira con lupa lo que hace la gestión, tanto en lo local, provincial y nacional”. De cara a las PASO 2019 confirmó que “el radicalismo va a ir con un candidato propio”.

Qué opinan de la realidad

La situación económica es complicada y ambos lo reconocen. Las diferencias surgen respecto al enfoque que cada uno hace sobre algún aspecto de la realidad. En ese sentido, Gerones cree que  “la economía la vemos complicada y con preocupación. Tenemos expectativas de salir adelante pero no soy especialista como para decir si lo que se está haciendo está bien o mal”. Por otra parte, agregó que “en términos electorales, lo importante es lograr la estabilidad económica y los esfuerzos que haya que hacer, a costo de pérdida de obras, habrá que hacerlos. No solo para ganar una elección sino para tener una perspectiva de un país viable. Si hay que postergar para no tener que vivir cosas ficticias, como por ejemplo, mucha gente que se iba a Miami y se compraba un iphone y hoy no lo puede hacer. Bueno, eso no es lo normal, en la mayoría de los países del mundo no pasa eso.”

“El impacto electoral no es significativo porque esta es una de las gestiones que ha hecho la mayor cantidad de obras en la historia y sin embargo, la gente cuando está mal económicamente no valora nada de lo que se hizo”, concluyó.

La voz disidente del radicalismo en Cambiemos cree que “a la gestión le faltó capacidad para administrar y gestionar. Hay mucha obra pública que viene financiada de afuera y que no atiende donde más necesidad hay. Eso está a la vista, como por ejemplo, el área de servicios públicos”. Sin embargo, fue más a fondo porque considera que “en el área donde mires falta gestión, porque los recursos están pero lo que falta es gestión”.

Las cartas están jugadas

La interna radical tiene en su cimiento el germen de Cambiemos, quien sabe si para bien o para mal, lo cierto es que ya está. Con él deben convivir sus afiliados, los que viene de la mano de Alfonsín y su reivindicación por la democracia y el límite que fue para el ex presidente, Mauricio Macri. Por otro lado, un radicalismo caminando los pasillos de Olivos junto al ex presidente riojano, más afín a la claudicación de la política y la derrota de la nación frente al neoliberalismo. Como siempre, en este caso el pueblo radical, será quien defina el futuro del único partido centenario que queda en el país.