De paro y de pie

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El inicio de semana con un paro nacional convocado por la CGT tuvo un acatamiento como desde 2001 no se veía. El triunvirato endureció su discurso y pidió al gobierno que cambie el modelo económico. Las metas de inflación y la pérdida de salario calientan el clima social y encima crece la incertidumbre al no saber qué dice el acuerdo con el FMI. La economía no repunta ni repuntará, de hecho, pronostican será lo contrario, se contraerá.

El paro general realizado por la CGT el lunes pasado tuvo un acatamiento por encima del 90% respecto a las organizaciones gremiales que componen el mundo del trabajo en el país. Eso significa que existe una contundente mirada respecto a la actualidad de la actividad productiva. Éste fue el tercer paro general que la central obrera realiza al gobierno de Mauricio Macri, luego de una devaluación de la moneda nacional de más del 30% en el mes pasado y la confirmación de un acuerdo financiero con el Fondo Monetario Internacional. También aportan elementos a esta decisión de la CGT, el veto a la ley de tarifas y la imponente movilización que acompañó el debate de legalización del aborto. Cabe mencionar que fueron las mujeres quienes primero declararon un paro al gobierno.

Los paros anteriores fueron producto de la devaluación de la moneda durante 2016 junto a la ola de despidos y la suba de la tarifas (entre otras cosas, como por ejemplo, el pago a los fondos buitre y la toma de cien años de deuda). Las negociaciones paritarias de ese año no lograron alcanzar ni de cerca a la inflación que superó el 42%, constituyéndose en la más alta de los últimos 14 años. Le escalada en los despidos levantó el clima social junto a la suba de los alimentos y la CGT decretó un paro para el 6 de abril en 2017.  Al respecto, Juan Carlos Schmith, integrante del triunvirato de la CGT admitió que “fue un paro parcial”. Cabe mencionar que luego del paro, la CGT acordó una tregua con el gobierno hasta octubre, fecha en que se desarrollaron elecciones.

El segundo fue el 18 de diciembre de 2017. En aquella ocasión, el gobierno arremetió con la reforma tributaria, previsional y laboral,  lo que provocó la mayor movilización contra las políticas de ajuste y una feroz represión en la jornada del 14 de diciembre, mientras transcurría el debate en diputados. Pero la reforma contra los/as jubilados/as se aprobó el mismo 18. Si bien en 2017 el poder adquisitivo no perdió tanto como en 2016, el conjunto de los/as asalariados/as fueron perjudicados porque la inflación superó el 25%, lejos de la meta presumida en 18% por el gobierno. Aquí la pérdida fue por sector, porque hubo quienes lograron superar la inflación.

En un momento de incertidumbre generado por las fluctuaciones de la moneda y el posterior impacto inflacionario dejaron atrás aquellos objetivos de inflación anual de un 15% para 2018. Por cierto, los gremios fueron tentados a cerrar las paritarias para acompañar las metas de inflación y sin embargo, la suba del dólar y el acurdo con el FMI patearon por la borda toda pronosticación (y acuerdo salarial). Ante semejante escenario, Camioneros picó en punta y acordó un 25% de aumento más un bono. Lo siguió gastronómicos, también con un 25%. La pregunta que flotará en el tiempo es qué será de aquellos acuerdos salariales que quedaron muy por debajo de la inflación anual, donde algunas consultoras la proyectan cerca del 30%. Un capítulo aparte merecen los/as trabajadores/as de la economía informal y los no registrados (ilegales).

Qué dijo la CGT

Cerca de las 15 la central obrera brindo una conferencia de prensa para comunicar los puntos de vista que empujaron la decisión de realizar el tercer paro nacional:

“Un paro general significa el fracaso del diálogo social y también el fracaso de la política”. Juan Carlos Schmid

 “En el último mes se perdieron 11 mil millones de dólares sin ningún paro general en la Argentina y entonces, de quién es la responsabilidad de eso ¿De la CGT?”. Juan Carlos Schmid

“Hay que cambiar la orientación del modelo económico que nos está llevando al desastre al pueblo argentino”. Juan Carlos Schmid

“De diciembre de 2015 hasta hoy hubo una inflación del 95%, no somos los trabajadores los culpables de ese proceso”. Héctor Daer

“Estamos parando porque esta políticas ya sucedieron en nuestro país y tuvieron desenlaces totalmente maliciosos para amplios sectores de nuestra sociedad”. Héctor Daer

 “Hasta los caramelos vienen de afuera y no tenemos capacidad para defender nuestra industria. Y a los grandes supermercados les decimos que no vengan a remarcar, a querer dolarizar la economía porque los salarios de los trabajadores no están dolarizados”. Héctor Daer

 “Los únicos que se creen la mentira son los que están gobernando”. Carlos Acuña

A esos medios que repiten lo que dicen  desde el gobierno que el paro no sirve para nada, les digo que es cierto que el paro no soluciona. Porque el problema de la gente se solucionan con respuestas del gobierno que debe dar y no las da”. Carlos Acuña

“Esta CGT va a tener la prudencia que tendrá que tener pero cada vez los tiempos son más cortos, porque el hambre no espera”. Carlos Acuña

Barajar y dar de nuevo (una mano más)

Es un comienzo de segundo semestre convulsionado política y socialmente y los acuerdos ocultos con el FMI impregnan de incertidumbre el clima nacional. Hasta ahora, sólo se conoce el propósito de reducir el déficit vía ajuste, lo cual impactará en el circulante de la economía. A esto se suma el efecto de la devaluación y la suba de tarifas para septiembre y octubre. Además, consultoras privadas prevén una nueva recesión económica que durará hasta 2019. Es por estas razones que nada bueno puede esperarle a los/as trabajadores/as en términos económicos, a excepción que se abra la discusión salarial y se equipare con el ritmo de la inflación.

Por otra parte, el clima político sube la temperatura porque éste fue el paro más contundente desde 2001 y hubo unificación en la acción respecto a las centrales sindicales que aglutinan a más del 90% del movimiento obrero. Si bien los sectores referenciados en la izquierda convocaron a  cortar y movilizar, la falta de transporte fue determinante para efectuar la medida.

Por otra parte, el triunvirato de la CGT endureció su discurso y puso énfasis en la modificación del rumbo económico. Cosa que no sucedió en los paros anteriores. Cabe mencionar que en agosto hay un nuevo congreso de la CGT y se eligen autoridades. Por lo pronto, esperemos que transcurra el mundial para ver qué país nos encontramos al finalizar.