“Quilmes es cultura popular” fue la consigna que eligieron centros culturales, salas y teatros independientes, estudiantes de la Escuela Municipal de Bellas Artes, artistas, comunidades de migrantes y más sectores representados de la cultura local para manifestarse en contra de las políticas económicas, sociales y culturales del Gobierno Nacional, Provincial y Municipal, quienes movilizarán este viernes desde la Plaza de la Estación hasta la Casa de la Cultura.
“Quilmes es cultura popular” fue la consigna que eligieron centros culturales, salas y teatros independientes, estudiantes de la Escuela Municipal de Bellas Artes, artistas, comunidades de migrantes y más sectores representados de la cultura local para manifestarse en contra de las políticas económicas, sociales y culturales del Gobierno Nacional, Provincial y Municipal. El comunicado difundido por les organizadores, denuncia las políticas nacionales de ajuste, tarifazo, recortes y represión así como también las tomadas por el gobierno de Martiniano Molina, quién desfinanció y profundizó el deterioro de la EMBA, y entre otras cosas, vetó la Ordenanza de Centros Culturales Alternativos. Además, toma en cuenta la dimensión cultural de las políticas económicas al mencionar que “estas definiciones políticas se manifiestan en la caída del consumo cultural, en el desprestigio por lxs artistas populares o en la criminalización al arte callejero. También en la falta de reconocimiento a nuestros pueblos originarios, en la xenofobia a comunidades migrantes, en la criminalización de la economía social, en la estigmatización de las juventudes o en la profundización de la desigualdad de géneros”.
Cambiemos: cultura del ajuste
El aumento de la canasta y los servicios básicos junto con la caída del salario de les trabajadores producto de la devaluación impacta, como en cada sector de la sociedad, también en la cultura. Hagamos la prueba: ¿dejó usted de comprarse discos, ir al cine, ir al teatro o recitales, cenar afuera, ver menos a sus amigues y/o familiares, realizar algún taller o viajar con la misma frecuencia que antes? Si la respuesta es sí, entonces usted no es financista, no tiene campos, ni tampoco es CEO de ninguna transnacional.
La última encuesta de consumo cultural relevada por el Sistema de Información Cultural de la Argentina publicada recientemente, da cuenta de una caída en la lectura de libros y en la asistencia a recitales, cine, teatro y museos. La caída del consumo cultural y el aumento de los servicios se vieron reflejados en el plano local por ejemplo con el cierre de la histórica casa de discos, La Fusa Compactos, quien tras veinticinco años de actividad cerró sus puertas. A su vez, según los datos auditados por la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales (Aadet), la venta de entradas en las salas de la Ciudad de Buenos Aires en los primeros seis meses de 2018 fue un cuatro por ciento menor que respecto del mismo período del año anterior, perforando incluso el piso histórico del 2016. Lejos del circuito teatral de la Ciudad de Buenos Aires, miembros de Estesur Teatral, organización de salas y teatros de Quilmes, Berazategui, Avellaneda y Florencio Varela manifestaron a CPB Noticias su situación:
Alejandro Pepe, del Teatro Don Bosco de Bernal explicó que “la situación de los teatros independientes en la actualidad es bastante grave fundamentalmente por el aumento en los servicios. Tenemos que hacer malabares para poder subsistir mínimamente para mantener el espacio.” Al mismo tiempo expresó que “pagar el gas y la luz en un teatro es una locura. La mayoría de las salas independientes son de bajos recursos entonces muchas veces se paga más de servicios que de alquiler. Por otro lado, aseguró que desde los teatros independientes “estamos haciendo magia para poder sostener nuestros espacios culturales y nuestras salas independientes con el agravante de esta situación catastrófica en materia económica que se está viviendo y que hace que la gente no vaya al teatro.” Para dar un ejemplo, Pepe explicó que “si nosotros teníamos en un día regular entre 50 y 80 personas, hoy tenemos entre 10 y 20, lo que disminuye nuestros ingresos y no podamos sostener todo.”
Pepe también explicó que hay otro problema que surge desde el Gobierno local: “el municipio nunca se ocupa de la cultura, aunque dicen lo contrario. La función cultural del municipio es el fomento y el incentivo a la participación y el desarrollo de la actividad cultural de sus vecinos. En lugar de hacer eso, el municipio tiene sus elencos propios en vez de desarrollar una actividad cultural en la ciudad. Toma un pequeño grupo de gente que es un elenco y les paga y los hace participar en todo, así gastan menos.”
Pero el ajuste no es solo económico. El contexto actual también genera un detrimento de las relaciones sociales. Uno de esos factores impulsados desde el discurso oficial y fomentado por los medios hegemónicos de comunicación es señalar a las comunidades de migrantes como les causantes de la situación actual. La movilización del viernes también es convocada por el Centro Cultural Don Carlos Antonio López, espacio de la comunidad paraguaya en Quilmes, y por el Centro Integral de la Mujer Marcelina Meneses, de la comunidad Boliviana. En relación a lo señalado, integrantes del primer espacio mencionado dijeron a CPB Noticias: “la discriminación viene hace rato, pero con este gobierno se profundizó. Somos bastantes golpeados y maltratados en hospitales y lugares públicos, para buscar trabajo, o con los valores de las documentaciones, por ejemplo, aumentaron las tasas de Migraciones. Muchos extranjeros se han deportado por cualquier cosa. Eso viene pegando fuerte. Somos los extranjeros los que trabajamos en la obra y hacemos trabajos forzados. Nosotros hemos participado en la historia y progreso de la Argentina y gobiernos como este no se acuerda de eso para nada”.
De tal palo, tal astilla.
En Quilmes, Martiniano Molina y Ariel Domene son los responsables de la situación actual de los espacios culturales e instituciones históricas como la Escuela Municipal de Bellas Artes Carlos Morel. Al recorte de presupuesto efectuado por la gobernadora María Eugenia Vidal a las instituciones de formación artística terciarias, y que el Municipio aún no comunicó cómo lo financia, debemos sumarle la falta de inversión en mantenimiento, el poco y no calificado personal de seguridad, la ineficiente administración de pagos y el aumento de los costos en la vida académica de les estudiantes. Durante el primer semestre del año hemos acompañado desde CPB Noticias el estado de asamblea permanente y movilizaciones efectuadas por la comunidad educativa de la escuela registrando el paso a paso de una lucha que continúa.
Además, se cumplió recientemente dos años del veto a la Ordenanza de Espacios Culturales Alternativos, que reconocía la función social de los espacios culturales y el aporte que hacen al desarrollo de la cultura popular en el distrito. El 2018 no fue la excepción, ya que comenzó con la clausura, ya levantada, de La Pacha Espacio Cultural y del Centro Cultural Raymundo Gleyzer, que aún persiste. “A tres meses de la clausura del Gleyzer, cuando nos preguntan cómo nos sentimos es necesario darnos alguna pausa para pensar y volcar en esto realmente todos los sentimientos que afloran. Aparece la indignación de ver nuestras puertas cerradas injustamente, como queriendo censurar un sueño que no pasa por la puerta, sino que la desborda. Se hace presente ese sabor amargo como cuando algo sabe mal, que en realidad se mezcla con enojo, un enojo que viene de la respuesta oficial de la gestión de Molina que censura espacios independientes y autogestivos, que vienen construyendo muy a pulmón y desde abajo haciendo un claro aporte donde la desidia del Estado es bien visible. Y sin embargo desde ahí, desde el fondo del corazón se refuerza el sentimiento más fuerte, que viene de esa llama colectiva que se reaviva cada día que la clausura carga un nuevo día. Porque no nos cansamos, porque sabemos que estos 10 años caminando tienen historia y es una historia de lucha por la cultura popular, independiente y autogestiva, porque sabemos que tenemos muchas más razones para redoblar esfuerzos y llevar adelante una gran jornada de lucha para este 24 en Quilmes para que no solo levantemos la clausura del Gleyzer, sino para que ningún otro espacio pase por una situación similar”, expresó Florencia, integrante del Gleyzer.