Por: Lucía Cueto
El presupuesto de Publicidad y Propaganda es gestionado por la Secretaría Privada de la Municipalidad de Quilmes. Son gastos que realizan todos los gobiernos en concepto de publicidad y propaganda por medio de radiodifusoras, televisión, cines, teatros, periódicos, revistas, folletos, carteles, etc, e incluyen los contratos con las agencias publicitarias y productoras cinematográficas y televisivas.
La partida de la pauta municipal para 2017 fue aprobada dentro del Presupuesto anual en diciembre de 2016, y es de $7.800.000 anuales. En 2016 fue de casi 12 millones de pesos anuales, es decir $1 millón de pesos por mes. A la pregunta de cuáles son los criterios de distribución, se suman las siguientes preguntas: ¿A quiénes? y ¿Cuánto a cada uno?. A grandes rasgos, existen alrededor de 30 medios y periodistas locales. Suponiendo que la Municipalidad también destina pauta a 10 medios provinciales y a otros 10 nacionales ¿Cuáles son los otros 30 medios registrados?
En pocos días los concejales comenzarán a analizar todos los gastos que realizó el municipio con el presupuesto de 2016: 2.256 millones de pesos. La rendición de cuentas por parte del Poder Ejecutivo ante el Concejo Deliberante, debe ser tratada antes del 31 de mayo.
DATOS QUE NO CRUZAN
Recientemente el bloque de concejales «Juntos Por Quilmes» presentó un pedido de informes solicitando al Poder Ejecutivo que dé detalles de cómo se distribuye la pauta publicitaria. «No hay ninguna normativa para regular su distribución», explicó en diálogo con este medio, el presidente del bloque, Ángel García. «Nuestra consulta apunta a saber quiénes fueron los acreedores de la pauta de 2016 porque muchos medios reciben las órdenes de compra y luego en la facturación son monotributistas o tienen una razón social que no coincide con el nombre de fantasía que tiene el medio. Sabemos que habría 80 personas, medios o agencias que reciben pauta oficial. Una vez que sepamos este número con exactitud, el segundo paso es saber cuánto cobra cada uno».
DISTRIBUCIÓN
Todos los gobiernos, ya sea nacionales, provinciales o locales, cuentan con un monto destinado a publicidad y pauta en los medios de comunicación. El problema surge cuando la pauta se transforma en un sistema de utilización político partidaria en detrimento de la utilidad pública que debe perseguir. Lo cual, en algunos casos, obliga al periodismo a hacer propaganda.
Según García «medios como diario El Sol y Revista La Tecla reciben una publicidad abundante, que es recompensada con una línea editorial bastante oficialista. Hay una buena cantidad de medios que tienen una proporcionalidad de 90% de notas favorables al gobierno y sólo muy pocas son críticas.»
A mediados de 2016, un conjunto de medios, productoras y periodistas locales, nucleados en la «Red Kilme del Sur», presentaron un proyecto de ordenanza que busca regular la pauta oficial de la Municipalidad de Quilmes. El objetivo de la misma es mejorar la comunicación y publicidad oficial del municipio, apoyándose en valores de transparencia, pluralidad, utilidad pública, fomentando a los actores locales de la comunicación. Además propone prácticas de buena gobernanza, con un gobierno municipal abierto que permita el acceso a la información pública.
Consultado al respecto del proyecto de ordenanza, García señaló que «no es sencillo establecer un orden equitativo y equilibrado en función a que hoy han mutado los servicios de comunicación, sobre todos los portales de internet y las redes sociales. Uno puede verificar lo que es gráfica, radial o televisivo. Pero hay otros servicios que no tienen forma de mediciones valideras. A partir de ese contexto general, cada gobierno y en particular el de Molina tienen una discrecionalidad en la pauta».
Algunas pautas se pueden ver en formato de publicidad en medios nacionales como Canal 13, gráficos como La Nación, o en portales políticos de la Provincia de Buenos Aires. «En general son noticias muy favorables al intendente porque son manejados por la gacetilla y no por la presencia de un periodista en territorio que pueda comprobar que esto no es Suiza ni es un condado que funciona muy bien, sino que tiene unas enormes falencias en el mantenimiento del espacio público, fundamentalmente en la salud, problemas en los establecimientos educativos, falta de servicios públicos esenciales en muchos barrios, sobre todo recolección de residuos», apuntó el presidente del bloque de concejales «Juntos Por Quilmes».
«No es fácil establecer una la normativa», señala García. «Hay mecanismos de medición. Si uno quiere ver la cantidad de visitas que tiene un portal, hay formas de mirarla. El Estado debería ayudar a los medios gráficos contra la presentación de la factura por parte de quien la imprime y absorber una parte del costo. Es más complejo con los programas de radio porque no está tan estandarizado. Por lo general el Estado municipal pauta publicidad en aquellos medios que difunden noticias y no está generando una condición de igualdad por ejemplo con las radios que emiten música, las que se dedican a programas culturales, que se ven en desventaja en cuanto a la promoción que tienen que tener desde el Estado. Creo que es una asignatura pendiente que viene desde hace muchos años, que no se la podemos adjudicar solamente a Martiniano Molina, pero que hay que buscarle la vuelta», concluyó el concejal.
En diferentes comunas, como por ejemplo, CABA y Morón, existen legislaciones que otorgan criterios a la distribución de la pauta oficial. Cabe señalar que la libertad de expresión y el derecho al acceso a la información son derechos humanos establecidos en normativas internacionales y avaladas por el Estado Argentino. En ese sentido, cada instancia gubernamental del país debería obrar en función de garatizar derechos a la ciudadania. Las politicas públicas estan para eso. Además, agregar que la pluralidad de voces fortalece el ejercicio democratico.